miércoles, 19 de noviembre de 2008

Exceso de alumnos por sala de clases

El motivo de presentar los antecedentes históricos y las cifras que se citan a continuación tiene como principal objetivo exponer cual nosotros creemos es la raíz de donde se originó el tema del cual es objeto este trabajo: ¨La gran cantidad de alumnos atenta contra la apuesta por una educación con equidad y más aun con la calidad de esta, interfiriendo con la puesta en marcha del marco de la buena enseñanza.¨
Osvaldo Larrañaga - Estudios Públicos, 1995 - cepchile.cl

DESCENTRALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN
EN CHILE:
UNA EVALUACIÓN ECONÓMICA*

OSVALDO LARRAÑAGA. Ph. D. en Economía, Universidad de Pennsylvania. Ingeniero
Comercial, Universidad de Chile. Profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Chile. Especialista en finanzas públicas y política social.
* Este trabajo forma parte de un estudio sobre descentralización de los servicios sociales en Chile realizado por encargo de Cepal/Unicef. Se agradecen los comentarios de
Ricardo Carcioffi y de Ignacio Irarrázaval. Sin embargo, el contenido del texto no ha sido sujeto a revisión editorial de Cepal-Unicef y es absoluta responsabilidad del autor.

*Esta es una pequeña reseña que explica el proceso de descentralización de la educación a juicio de Osvaldo Larrañaga

El proceso de descentralización educacional

La reforma de 1980
Hasta fines de los años 70, el sector público educacional chileno estaba fuertemente centralizado. El Ministerio de Educación dictaba las normas y contenidos curriculares; contrataba y pagaba a los profesores; construía y reparaba la infraestructura educacional, y adquiría y distribuía los insumos escolares, como textos y material de enseñanza. El Ministerio administraba directamente más del 90% del presupuesto del sector y tenía una planta de funcionarios que representaba un quinto de los profesores del sistema.

A comienzos de los años 80 tuvo lugar una profunda reforma estructural del sistema educativo. El rasgo principal de la reforma fue la descentralización de los establecimientos escolares del sector público, cuya administración fue transferida a las municipalidades. La reforma favoreció también la incorporación del sector privado como oferente en la educación subvencionada por el Estado.

La descentralización de la educación consistió en el traspaso de la administración de los establecimientos públicos del nivel preescolar, primario y secundario a los municipios. Así, éstos se responsabilizaron de la contratación y despido de personal (incluyendo al director de la escuela), fijación de salarios, compra de insumos, etc. El gobierno central se reservó el diseño de la normativa general —currículum mínimo, condición de universalidad, etc.—, las tareas de supervisión administrativa y técnica, y la provisión de financiamiento básico para el sector.

El convenio de descentralización municipal y el régimen laboral

La transferencia de las escuelas públicas a la administración municipal se formalizó a través de un convenio entre el Ministerio de Educación y el alcalde como representante del municipio.
A través del convenio, el Ministerio de Educación transfiere en forma gratuita el dominio de los bienes raíces y los bienes muebles, equipos e instalaciones destinados al funcionamiento de cada uno de los establecimientos traspasados. También se traspasa el personal que presta servicios en los establecimientos educativos.

El convenio establece que el traspaso de la responsabilidad por el servicio educacional es definitivo y que la municipalidad se obliga a proveerlo en forma continua, racional y permanente. Asimismo, la municipalidad se compromete a mantener los establecimientos en adecuadas condiciones de funcionamiento y dotados de los recursos humanos y demás insumos necesarios, incluyendo la mantención de la infraestructura de los locales transferidos.

El proceso de descentralización educacional fue acompañado por la introducción de categorías de mercado consistentes en la incorporación del sector privado como oferente en la educación subvencionada por el Estado y en la implementación de un mecanismo de subvención per cápita para financiar las escuelas del sector municipal y privado subvencionado. La subvención por estudiante debería cubrir el conjunto de gastos de operación de las escuelas a la vez que promover la competencia entre los establecimientos para atraer y retener estudiantes. Ello, a su vez, redundaría en una mayor eficiencia y calidad de los servicios educativos.

La subvención escolar entrega una cantidad de dinero por alumno asistente a los establecimientos de educación subvencionada. El monto de la subvención puede variar por factores asociados al costo de producción de los servicios educacionales: tipo y grado de enseñanza, localización rural, etc. Sin embargo, la subvención no discrimina según estrato socioeconómico de los alumnos. Así, a igualdad de otras condiciones, un estudiante de altos ingresos que asiste a un establecimiento subvencionado recibirá igual subsidio estatal que un alumno de bajos ingresos.

La subvención por estudiante (en establecimientos municipalizados) que recibe cada comuna es relativamente homogénea para los municipios ordenados según deciles de ingresos per cápita comunal, con una leve tendencia favorable a las comunas de menores recursos. Este es un resultado esperado de la estructura de subvenciones, que entrega un pago según fórmula preestablecida y que admite un nivel más alto para las comunas rurales o más alejadas.

Comentario: La delegación de la educación a las municipalidades sin duda marco un antes y un después en la educación Chilena, y lo que fomento este cambio tan importante fue sin duda la introducción del mecanismo de subvención, esto sería el comienzo del problema más en boga en nuestros días la gran diferencia de calidad de educación entre los colegios fiscales y los privados. Los establecimientos atraen y retienen alumnos con el fin de obtener una mayor subvención por parte del estado, sin preocuparse si cuenta o no con la infraestructura necesaria o con los profesionales capacitados para atender las demandas de cada uno de sus alumnos, ya que no todos tienen las mismas capacidades y limitaciones.

Hacia fines de 1993 fue aprobada una Ley de Financiamiento
Compartido, cuyo objetivo es complementar los recursos de la subvención escolar con los aportes financieros que los padres de familia puedan realizar para financiar la educación de sus hijos. El acceso a esta modalidad de financiamiento es voluntario para los establecimientos privados subvencionados y está sujeto a la aprobación de los apoderados en los establecimientos municipalizados de enseñanza media. Las escuelas municipales del nivel básico quedaron excluidas del nuevo esquema.

Comentario: Este nuevo esquema de educación privada sin duda restringe las posibilidades de ingreso de los alumnos de un sector económico más bajo ya que los padres no estarían en condiciones de financiar la gran parte de la educación de sus hijos, además la mayoría de los padres no se cuestionaban la calidad de la educación que recibirían sus hijos.

De acuerdo a Castañeda (1991), la reforma educacional tenía como objetivo principal la solución de los problemas del sistema centralizado.
Estos consistían en: (i) baja calidad y eficiencia asociadas a la falta de incentivos del sistema para atraer y retener estudiantes; (ii) bajos sueldos de los profesores debido al elevado costo de administración; (iii) supervisión inadecuada de las escuelas y de los profesores; (iv) programas de estudios rígidos y no aptos para las necesidades locales, y (v) baja participación de la comunidad en las materias escolares.

* Comentario: (i) Creemos que el atraer y retener estudiantes no asegura de ninguna manera la calidad ni eficiencia, ni siquiera creo que la fomente o sea algún aporte para el desarrollo de esta, el retener estudiantes podría significar un mayor ingreso en cuanto a subvención para
los establecimientos. El afán de retener estudiantes a nuestro juicio fue lo que ocasionó el problema que estamos tratando: “Muchos alumnos por sala de clases” La a nuestro juicio excesiva cantidad de 45 alumnos por clase, interfiere en el desarrollo de la calidad de la educación y la puesta en marcha del marco de la buena enseñanza ya que el profesor tiene que saber sobrellevar una clase con 45 alumnos, todos con capacidades diferentes y limitaciones también diferentes además el hecho de tener que adecuar los contenidos al ritmo del más lento o el que posee menos capacidades y/o conocimientos restringe al profesor (y a los alumnos más aventajados o de un nivel normal para su curso) en desarrollar los contenidos a tiempo y avanzar.

Previo a la descentralización, los profesores estaban afectos a un tratamiento favorecido al interior de la administración pública en materia de estabilidad laboral y salarios. Sin embargo, el funcionamiento del sistema de descentralización y del esquema de subvención y de competencia requería mayor flexibilidad laboral. Para tal efecto, se derogó el régimen especial que cobijaba a los profesores y se ofreció la alternativa de trabajar como funcionario público o como empleado privado. El Estado indujo a la última alternativa a través del pago de una indemnización por término de la condición de funcionario público. Acto seguido, el municipio contrataba al docente como empleado particular, sujeto a las condiciones laborales del sector privado. Ello implicaba que el salario sería fijado de acuerdo a condiciones del mercado y que el profesor quedaba sujeto a la posibilidad de despido por motivo de disminución de la matrícula u otra causa contemplada en la legislación.

Se promulga un Estatuto Docente para atender las reivindicaciones de los profesores. Este gremio demandaba compensaciones por el deterioro experimentado en sus remuneraciones y estabilidad laboral durante el régimen militar. El Estatuto contempla la implementación de la carrera docente para los profesores municipalizados, incluyendo la titularidad en el cargo; la introducción de un salario mínimo y de un conjunto de asignaciones con base a la experiencia y responsabilidades de los profesores, y el incremento de recursos para la capacitación docente.

Comentario:(ii) (y del párrafo anterior)
A nuestro juicio el sueldo de cualquier trabajador es un factor determinante en el buen desempeño de la profesión y en el caso de los educadores es más importante aún ya que el mal desempeño de un docente traerá consigo la mala formación de sus alumnos. A mi juicio el factor que influye en que los sueldos de los profesores sean bajos es la desvalorización por parte de la sociedad hacia la profesión. Si tuviéramos unos profesores que ganaran lo que realmente merecen con mejores condiciones de trabajo, tales como darles la posibilidad de ejercer su labor educativa a un número menor de alumnos por clase, tendríamos clases más personalizadas donde se atenderían los requerimientos de cada alumno de manera individual y más eficiente. Y al final de cada clase no nos encontraríamos con docentes desgastados y sin ganas de atender de la mejor manera la clase que sigue.

*Actualmente nos estamos enfrentando a un paro nacional de empleados fiscales del cual los profesores forman parte, exigiendo un reajuste salarial de un 14,5%. Después de tanta inversión hecha por el gobierno para la educación, no se han preocupado de mejorar las condiciones laborales de los docentes siendo ellos el pilar de la educación.

Osvaldo Larrañaga

Las escuelas privadas subvencionadas pertenecen tanto a organizaciones sin fines de lucro (congregaciones religiosas, fundaciones, etc.) como a personas o grupos que explícitamente maximicen beneficios. El origen del sector privado subvencionado se remonta a los inicios de la educación en Chile.

En la práctica ha habido diferencias en el tratamiento que reciben ambas modalidades de administración educacional. Así, las escuelas municipalizadas han recibido financiamiento complementario a la subvención a través de distintas instancias: aportes municipales; sueldos suplementarios; programas MECE y P-900, etc. Además, el sector municipal heredó la infraestructura de las escuelas públicas. En cambio, el sector privado subvencionado debió asumir los gastos de infraestructura8 y no ha recibido apoyo complementario de parte del Estado, a excepción de las transferencias realizadas en el marco del Estatuto Docente.
A pesar de la desventaja en materia de financiamiento, el sector privado subvencionado supera al sector municipal en dos resultados claves del proceso educacional. Estos son los resultados de las pruebas SIMCE y las preferencias de los padres de familia, reveladas a través de la elección del establecimiento escolar. Ello constituiría prueba de la mayor eficiencia en la “gestión” educacional

PUNTAJES SIMCE POR SECTOR SOCIOECONÓMICO (1)

Nivel Matemáticas Castellano
Socioeconómico

Municipal Alto 64,6 65,3
Part. Subv. Alto 68,9 71,5

Municipal Medio 58,9 62,7
Part. Subv. Medio 60,6 64,7

Municipal Bajo 51,5 54,3
Part. Subv. Bajo 53,7 57,3

Nota: (1): Puntaje SIMCE 1993 para ciudades grandes. La brecha entre
establecimiento generaliza para otras localidades, exceptuando la categoría rural/
pobre.
Fuente: Lehmann (1994), en base a cifras del Ministerio de Educación.

Un segundo indicador que favorece al sector privado subvencionado es la elección de los padres de familia en materia de establecimientos educacionales.

Las diferencias en el desempeño entre los sectores privado subvencionado y municipal son particularmente notables cuando se considera las ventajas que en términos de financiamiento presenta el sector municipal. Al respecto considérese que el salario promedio de un docente municipal es un 39% superior al salario promedio del sector privado subvencionado y que la razón alumno/profesor para el nivel básico en las escuelas municipales es de
23,0 versus 35,5 en el sector privado subvencionado.

Comentario: Una de las razones de que los colegios privados tengan mejores resultados en la prueba del simce, en la psu y mejor valoración social se debe a que estas instituciones se reservan el derecho de admisión aplicando pruebas a los alumnos que desean pertenecer a los establecimientos basándose en las habilidades y hábitos que influyen en el resultado educacional, además la cantidad de alumnos por sala de clases es muy inferior a la de los colegios municipales, pudiendo ofrecer a sus alumnos clase personalizadas. Y como el nivel educacional de los alumnos es relativamente parejo por curso, ya que estos en su mayoría son seleccionados es mucho más fácil llevar a cabo una clase más equitativa, por ende facilita la aplicación del marco de la buena enseñanza, y establecer una relación cordial entre alumno-profesor. En contraste con la educación municipal donde el profesor tiene que afrontar a 45 y donde es muy difícil aplicar equidad, calidad y el marco de la buena enseñanza

Algunos comentarios de Docentes:

“... Las nuevas escuelas enfatizaron su condición de privadas y ofrecieron el valor cohesivo de uniformes y demás señales simbólicas que habían sido uso exclusivo de las escuelas tradicionales de clase media. Adoptaron nombres que estuviesen asociados a educación internacional de alta reputación, uniformes coloridos y sofisticados que fueron diseñados siguiendo los modelos de las escuelas de élite, himnos y ceremonias que realzaban los valores de la clase media”.

Traducción de Espínola (1993).

Comentario: Sin duda según la opinión de esta docente en la educación privada nos encontramos más bien con una educación de mercado, ofreciendo productos llamativos y que simbolicen lo que se espera de una buena educación.

*“Las escuelas (municipales) somos, antes que nada, un servicio a la comunidad.
Las escuelas tenemos que recibir a todos los alumnos que nos demanden matrícula, sin importar su condición. Nosotros recibimos a los alumnos limítrofes, alumnos que en estos momentos son tierra de nadie, y como escuelas básicas tenemos el deber de recibirlos y prepararlos, tenemos que sacarlos adelante. Es nuestro deber, cosa que no ocurre con la escuela particular. En la escuela particular (subvencionada), no existe el grupo de educación diferencial, la escuela particular toma el examen de admisión y desecha a todos los alumnos problemas. Es duro decirlo así, pero es una realidad”.

*Informe de Comisión de Financiamiento en Seminario “Políticas y Mejoramiento
de los Servicios de Salud y Educación del Municipio”, septiembre de 1993, Agrupación de
Municipios de la Zona Norte de Santiago, publicado en Seminarios de Apoyo a la Gestión
Municipal, Documentos de Discusión.

Comentario: Acá queda claramente especificado el hecho de que los colegios por ser públicos todos los alumnos pueden optar a ellos no importa en número de alumnos que demanden cupo, esto es para nosotros el factor que determina el problema de el exceso de alumnos por clase ya que no se prioriza la calidad de la educación sino mas bien los colegios municipales se preocupan de que todos tengan derecho a una educación pero ¿Cómo es la calidad de la educación que se está entregando? Las instituciones municipales se aseguran una gran subvención por la gran cantidad de alumnos que posee pero la educación entregada en muchos casos es mediocre muchas veces los colegios ni siquiera cuentan con la infraestructura necesaria para albergar tantos estudiantes.

http://www.elciudadano.cl/2008/07/23/el-debate-de-la-educacion-publica/

• La igualdad de trato, por parte del Estado a la educación pública y privada subvencionada. Esta situación se mantiene, obviando que ambas atienden a estudiantes diferentes, se articulan ante problemáticas sociales distintas y, por lo tanto, requieren y merecen formas de financiamiento diferenciadas (entre otras cosas), orientadas por las necesidades sociales urgentes de desigualdad y segmentación educativa.

Persiste la brecha entre establecimientos privados y públicos
Educación Pública en el debate
La brecha entre la educación pública y privada nuevamente quedó al descubierto tras conocerse los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU). De 254 jóvenes que obtuvieron puntajes nacionales, 88 de ellos (68%) proviene de un colegio privado, mientras que sólo 13 (10%) de uno público. Los restantes 27 son de particulares subvencionados (22%).
(Fecha edición: 21-12-2005)
El rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, expresó su preocupación por la persistencia de la brecha social entre alumnos de establecimientos públicos y privados. Sobre el particular dijo que "si tomamos el colegio por número de alumnos, el volumen de los establecimientos privados y particulares subvencionados es muchísimo mayor que los municipales. Hay una profunda brecha entre un sector y otro".

Qué debiera hacerse respecto a la Educación Pública Municipal
Enviado por José Gabriel M... el Mié, 02/05/2007 - 17:29
En mi condición de Profesor de Educación General Básica, la única manera de mejorar la calidad de la educación en Chile, considerando especialmente la educación pública - municipal, es que la AUTORIDAD ACADÉMICA, ingrese a la sala de clases, a realizar los procesos instruccionales adecuados para sus estudiantes. Decir autoridad académica significa decir, profesional de la educación. Ello conlleva profesionalizar nuestra entidad de representación gremial. No establecer nuestro colegio como AG. (Asociación Gremial)Aquí radica la profesionalización docente. Mientras no seamos considerados profesionales de la educación, con todo lo que corresponde, Chile no mejorará nunca la Calidad de la Educación

Creo que la educación, pasa
Enviado por Anónimo (no verificado) el Lun, 16/10/2006 - 13:57
Creo que la educación, pasa por una cuestión trascendental, esta es, "Profesionales con vocación en el aula", indistintamente si sea jóven o viejo, pero comprometidos por una educación de calidad.
¿Cómo se logra?
Contratratando docentes titulados
Dándole preferencias a quienes tienen especialidad.
Y por sobre todo, dárles la posibilidd a aquellos que realmente obtienen logros con el que se educa. ¡Basta de hacer la vista gorda! Aquí en Victoria y alrededores hay pseudoprofesores ejerciendo. Aún no tienen su título y le están, literalmente ROBANDO el trabajo a quienes se han esforzado por lograrlo. La famosa "pitutocracia" en donde el amigo o correligionario de las autoridades de educación tienen su lugar previlegiado. Una suerte de "Vacas Sagradas" inamovibles que hacen que la educación en Victoria esté como esté.
¿Cómo es posible cibernauta, que por ejemplo un profesor de religión o de educación física esté haciendo inglés o ciencias? Sin saber como decía mi abuelo "Ni cuanto vale el litro". Me gustaría saber la opinión de algún representante del Departamento de Educación al respecto. Y me gustaría más que esta humilde opinión fuese leída en la edición próxima de vuestro prestigioso diario. Atte. Un victoriense que tiene la absoluta convicción de que hay que hacer una gran reformulación en la Educación Municipal, comenzando por tener en las aulas de mi ciudad gente competente versus pseudoprofesores "Apernados".
Comentario: Si bien es cierto el sueldo es un factor que determina el desempeño de un docente, lo es más aun su vocación, ya que si este no esta comprometido y no entiende el sentido de su labor por más dinero que gane nunca será un buen profesor,
Las metas de una educación de calidad: El Estado y las instituciones educativas deben garantizar una educación de calidad para todos. Ello significa realizar acciones referidas a las siguientes metas:
- Desarrollo personal (cognitivo, moral, emocional y creativo).
- Desarrollo social y participación ciudadana y democrática.
- Desarrollo económico: aprendizaje y competencias para el trabajo.
Estas metas deben cumplirse en condiciones de equidad, asegurando que todos los estudiantes logren un determinado estándar educativo, para lo cual deben acceder a oportunidades educacionales equitativas.
Comentario: Como ya mencionamos anteriormente la oportunidades educacionales equitativas para todos los alumnos está muy lejos de ser así, por la gran diferencia entre unos establecimientos y otros.

Es importante señalar con precisión la comunicación que se genera en la sala de clase.
A través de nuestras propias experiencias como alumnos describiremos lo más destacable respecto del tema a tratar (comunicación).

Muchas veces nos hemos sentido motivados por un profesor entregado al diálogo, así como también nos hemos frustrado por el autoritarismo, y la falta de entendimiento hacia nosotros de otros profesores.
Sin embargo, todas estas se pueden definir como situaciones de relación interpersonal. Precisamente, la sala de clases es un espacio de relaciones intrapersonales, interpersonales y grupales, donde entran en juego los diversos marcos de referencia de las personas que propician muchas veces progreso y otras conflictos.
Pero, ante esto, el profesor surge como una figura que propicia, promueve, media, y muchas veces más desorienta o conflictua la relación del grupo.

La necesidad de la comunicación y el manejo de los conflictos

Según Mercedes Charles, en su artículo El salón de clases desde el punto de vista de la comunicación, editado en Perfiles Educativos (CISE), la cual retoma esta definición de Gilberto Giménez en Notas para una Teoría de la Comunicación popular. UNAM, la comunicación en el salón de clases se define como "un proceso de producción-recepción de complejos efectos de sentido (y no sólo de información), a partir del lugar que los interlocutores ocupan en la trama de las relaciones sociales y en función del horizonte ideológico-cultural de que son portadores en virtud de su situación o posición de clase".nosotros como grupo pensamos que la comunicación en la de clases es un conjunto de procesos en donde se privilegia el intercambio de información entre el profesor y el alumno y entre los propios compañeros entre sí, con el fin de que los alumnos adquieran lo necesario para poder desenvolverse el día de mañana de una mejor forma además en ese lugar se da el espacio a la relación personal.
La comunicación entre el profesor y el alumno es esencial cuando surge algún problema o cuando se requiere intercambiar información o concepciones de la realidad, o cuando se desea dar algo de sí. La comunicación es más que el profesor habla, el alumno oye. Es más que el simple intercambio de palabras entre personas. Es lo anterior y la manera de expresar, la forma de dirigir el mensaje, el cual tiene dos significados, el directo dado por las palabras y el meta comunicativo, dado por la relación simbólica que se establece entre maestro y alumno.
En todas las interacciones, se envía y se recibe un mensaje. Algunas veces, los profesores creen que sólo mandan un mensaje, pero su voz, las posiciones de su cuerpo, las palabras que usan y los gestos expresan diferentes mensajes. El mensaje de doble significado es la meta comunicación.
Los estudiantes pueden oír la meta comunicación y responder sin pensar. A veces el estudiante o el profesor responden con agresividad, cinismo, burla, etcétera, cuando el maestro o los compañeros hacen comentarios. No siente de donde viene la agresividad, pero responde de manera inmediata a ella.
El primer principio de la comunicación es que las personas responden a lo que ellas pensaron que se dijo o se refirieron y no necesariamente al mensaje que quiso dar el interlocutor. Por eso, el primer paso para comunicarse con los estudiantes es escuchar realmente lo que dicen. Escuchar bien requiere atención, estar receptivo, perceptivo y sensible para captar los sentimientos que subyacen en las palabras del estudiante. Asimismo, los alumnos deben estar atentos a lo que el maestro dice y pedir aclaración de conceptos, actitudes, formas de expresar, en el sentido de entenderse y convivir.
Un aspecto importante a realizar en las sesiones de clase es el parafraseo y está relacionado con el envío y recepción de los mensajes de manera adecuada. Nos referimos aquí a la promoción de una buena comunicación aplicando la regla del parafraseo. Esta consiste en que antes de que se permita a cualquier participante, incluyendo al profesor, responder a otro durante una exposición en una clase, debe resumir lo que el otro le dijo. Si el relato está equivocado, lo que indica es que se malinterpretó al que habló, este debe volver a explicarlo.
Se vuelve a parafrasear. Este proceso continua hasta que el que habló está de
acuerdo con la exactitud del mensaje que recibió la otra persona.
Las ventajas del parafraseo son:
1. La gente debe escuchar con mas cuidado a los demás, ya que deben de
parafrasear correctamente antes de poder hablar.
2. Aprender a ser mas claros en sus comunicaciones al oír como interpretan los
demás sus mensajes.
El parafrasear es el primer paso para comunicarse con los alumnos. Antes de que
los maestros se enfrenten apropiadamente a cualquier problema con el estudiante,
deben saber cual es realmente el problema. Al hablar alumno o profesor dice las
cosas pero siempre tiene un doble significado, ello implica parafrasear para descubrir lo connotativo y poderlo discutir y aclarar. Debemos confesar que como grupo no teníamos mayor conocimiento respecto a la regla del parafraseo que como ya antes se explicó en que consistía, consideramos que esta regla sería un gran aporte para los conocimientos y la capacidad de los alumnos de interpretar correctamente el mensaje que en este caso el profesor hace a sus aprendices. Sin pretender quitarle mérito a la regla, lamentablemente en los colegios municipales no se puede aplicar debido a que cada sala de clase consta en su gran mayoría con 40 a 45 alumnos aproximadamente, esto implica que el profesor no tiene la libertad de verificar si su mensaje fue correctamente recibido, entendido y comprendido por sus alumnos allí presentes.
La comunicación produce problemas, cuando no se interpreta adecuadamente, pero de quien es el problema. Es necesario hacer un diagnóstico de esta situación, muchas veces el profesor encuentra desagradables, inaceptables o problemáticas muchas actitudes y conductas de los estudiantes. Casi nunca se puede alejarse de estos problemas, y menos se tiene una visión objetiva y decidimos la respuesta apropiada. La clave para una buena relación comunicativa profesor - alumno es
determinar por que se siente perturbado de una conducta en particular y de quien
es el problema. Para ello, el profesor debe comenzar preguntando de quién es el
problema.
Por supuesto que la respuesta a esta pregunta es crítica. Si es un problema del alumno, el profesor debe volverse consejero, apoyo y ayudar al estudiante a encontrar la propia solución. El profesor no debe tomar la responsabilidad del problema, sin embargo, si lo hace suyo, será responsabilidad del profesor encontrar la solución junto con el estudiante. A nuestro juicio (como grupo) pensamos que independiente de quién es el problema el profesor siempre debería de estar presto a todo lo que suceda dentro de su clase, si observa que algo no marcha bien con un determinado alumno éste (profesor) trata de en lo posible acercarse y entender el por qué del comportamiento de su alumno, a partir de eso se puede conseguir una solución óptima para ambos ya que el objetivo de todo profesor es que el alumno aprenda de sus conocimientos y lo ponga en práctica en la vida diaria.
Asimismo, el profesor no es ajeno a tener una vida propia, una personalidad, estados de ánimo, situaciones positivas o conflictivas. No es cierto que al entrar a la sala de clases el profesor deja todo afuera y entra solo como iluminado a impartir cátedra. El profesor manifiesta su situación con sus expresiones, gestuales, corporales, con sus palabras, con su estado de ánimo. El alumno lo percibe es por ello que a veces es recomendable que el profesor comente en parte lo que le sucede, el alumno capta la situación, la asimila y ayuda de manera indirecta con su actitud y conducta al profesor y a veces no se puede decir y es mejor que el profesor disimule.
En más de alguna vez hemos presenciado que algún alumno está en la parte de atrás de la sala, o a veces enfrente de los profesores y lee el periódico, revistas, libros de otras clases, hace apuntes de otras cosas, o sólo hace dibujitos. Es claro que lo primero que hace el profesor es reprenderlo, amonestarlo o sacarlo de la sala. Ante este problema y muchos otros hay que escuchar con empatía, es decir, escuchar la intención y las emociones detrás de lo que otro quiere decir y reflejarlas mediante el parafraseo. creemos en conjunto como grupo que esto nos permite encontrar la solución o hacer que el estudiante la encuentre. Al tratar de escuchar al estudiante y evitar precipitarse a dar consejos, soluciones, críticas, reprimendas o interrogatorios, el profesor mantiene abiertas las líneas de comunicación.
Escuchar con empatía o activamente puede ser una respuesta muy útil cuando los alumnos se le acerquen con problemas. Debe reflejarles lo que oye que le dicen. Este reflejo es más que repetir palabras, es captar las emociones, la intención y el significado detrás de ellas.
Escuchar empáticamente, activamente tiene varios componentes:
1. Bloquear estímulos externos
2. Atender cuidadosamente tanto los mensajes verbales como no verbales.
3. Diferenciar entre los contenidos intelectual y emocional del mensaje.
4. Hacer inferencias con respecto a los sentimientos del que habla.
Cuando el problema es del alumno, cuando interfiere en la clase o cuando molesta al profesor de manera constante, es necesario no atacar sino confrontar y mostrar una disciplina asertiva. Por ejemplo, supongamos que un alumno está haciendo algo que interfiere con la clase, leer cosas que no son de la clase, platicar con el compañero del lado, jugar, dormir, etcétera. El profesor decide que el estudiante debe estarse quieto y poner atención, por lo el problema es de ambos: primero es del alumno, pero luego es del profesor. Aquí se necesita confrontación y no consejo. Hay algunas sugerencias que se dan en estos casos:
1. Mensaje en primera persona. Es decir directamente, pero de manera serena y enérgica al mismo tiempo, al alumno un mensaje para intervenir y cambiar su conducta. Esto básicamente significa decirle de manera directa, asertiva y sin juicio lo que está haciendo, como le afecta como profesor y lo que usted piensa acerca de ello. El estudiante se siente libre de cambiar de manera voluntaria y con frecuencia lo hace.
2. Disciplina asertiva. Los profesores son asertivos cuando tienen claras sus expectativas y las siguen con las consecuencias establecidas. Los alumnos tienen una alternativa directa: pueden seguir las reglas o aceptar las consecuencias.
Muchos profesores son ineficientes porque no prestan la suficiente atención o pasivos porque son hostiles y agresivos.
El estilo pasivo puede tomar diferentes formas. En lugar de decirles directamente a los alumnos lo que hay que hacer, el maestro les dice y seguido les pide, que traten o que piensen acerca de la acción apropiada. El profesor puede expresar lo que puede pasar, pero nunca llega a las consecuencias establecidas y dan mil oportunidades a los estudiantes. Finalmente, los profesores ignoran la conducta que debe recibir una respuesta o esperan demasiado antes de responder.
El estilo hostil conlleva diferentes errores. Los profesores pueden hacer declaraciones con un tu que condena al estudiante sin especificar claramente lo que el debe hacer. Los profesores también amenazan a los estudiantes y casi nunca llegan a las últimas consecuencias. Para ello existen tres métodos para resolver conflictos ente el profesor y el respectivo alumno:
1. Consiste en que el maestro ponga la solución. Esto es necesario durante una emergencia.
2. Implica que el maestro ceda a las demandas del estudiante. El profesor puede quedar convencido por el argumento del estudiante. Este es de pensarse porque implica ser desbancado de su posición.
En estos dos métodos el profesor o el estudiante no ceden completamente y el problema queda latente.
3. Método sin derrota. En este caso tanto las posiciones del estudiante como las del maestro son tomadas en cuenta en la solución. No se espera que alguien ceda en su totalidad, pero ambos mantienen respeto por si mismos y por su interlocutor.
Gordon en su texto sobre las relaciones profesor- alumno plantea seis pasos en
este método de solución:
1. Definir el problema. Cuáles son las conductas implicadas, que quiere cada persona. Escuche a los estudiantes activamente para entender el problema real.
2. Proponga varias soluciones posibles. Dialogue, pero no permita que se evalúe.
3. Evalúe cada solución. Cualquier participante puede desechar alguna idea, hay que dialogarlo.
4. Tome una decisión. Escoja la solución por consenso, no permita votos, al final deben quedar de acuerdo todos.
5. Decida como concretar la solución. Qué se necesitará, quién se hará responsable de cada parte. En qué tiempos.
6. Evalúe el éxito de la solución. Hay que preguntar si se está satisfecho con la decisión, que tan bien funciona, o que cambios hay que hacer.
Las conversaciones en el salón de clases y los roles y reglas que las orientan. Otro de los aspectos que se han estudiado en lo que sucede dentro de la sala de clases para entender su realidad cotidiana son las relaciones de comunicación.
Para llevar a cabo este trabajo, es necesario que se observe lo que realmente sucede y que no se dé por sentado o conocido; es decir plantearse cómo se desarrollan los procesos de relación pedagógica. Para ello se ha echado mano de la sociolingüística, que nos permite analizar mejor lo que sucede en el conjunto de interacciones sociales que se dan en el salón de clases.
Para llevar a cabo dicha empresa es indispensable describir el uso del lenguaje tanto de estudiantes como de profesores lo que propiciará las diversas personalidades, conductas y relaciones que cada estudiante plantea al relacionarse con sus compañeros y con el profesor y asimismo las de éste en relación con sus alumnos.

Ahora respecto a los supuestos del enfoque sociolingüísticos (aplicado en el ámbito educativo)Wilkinson:
1. La interacción en las actividades del salón de clases requiere competencia estructural (lingüística) y funcional (comunicativa o interaccional). Para participar en el salón de clases los estudiantes deben conocer académicamente las materias y además saber expresar, manifestar su conocimiento. Deben saber con quién, cuándo, y dónde pueden hablar y actuar, interpretando las reglas implícitas en el salón de clases.
2. El salón de clases es un contexto comunicativo único. La competencia que se requiere es específica, aunque a veces se proyectan elementos de otros contextos (laboral, hogar, compañerismo, etcétera). Muchos intercambios comunicativos entre maestros y estudiantes en la sala de clases están estructurados para facilitar a los alumnos la adquisición de información académica, por ello los intercambios son más restringidos y la evaluación se hace en este contexto. (Gran problema, porque los alumnos piensan que el profesor quiere que se repita como el lo dijo, y ellos lo dicen con sus palabras).

Los roles sociales del profesor y del alumno deben ser actuados, desempeñados y construidos en el curso de la interacción social.
Por ello el lenguaje utilizado por los profesores debe cumplir funciones específicas en la enseñanza y en la dirección de la clase. Esto nos permite conocer las relaciones de autoridad, los procesos ideológicos involucrados y el denominado currículum oculto.
En toda conversación se manifiestan relaciones básicas, sociales y personales.
Por ello el tipo de lenguaje utilizado por los hablantes refleja quién está hablando a quien, y con qué propósito. Por la manera en que habla el profesor a los alumnos, les comunica su definición de la situación y la forma de relación entre ellos que considera apropiada. Asimismo, de manera lingüística se definen las opiniones del profesor sobre quién controla la situación, los valores básicos de tipo sociocultural y las relaciones de status.
En los mensajes que los maestros transmiten a los alumnos hay funciones metacomunicativas (es decir aquellas que nos permiten conocer y evaluar las acciones de comunicación que lleva a cabo el docente o el alumno), las cuales son básicas para la interacción. nota: Estas nos sirven para organizar la transmisión del conocimiento y para transmitir una concepción de como se debe transmitir. Esto nos deriva a categorías de explicación, resumen, corrección, comentario crítico, evaluación, definición de temas, etcétera. Y nos lleva a entender cuando el profesor sabe lo que es importante en una asignatura, que el profesor cree que sabe cuando el alumno presta atención, cuando se está produciendo el aprendizaje, que siempre hay una respuesta correcta a la pregunta del profesor y que la actitud apropiada del alumno es la pasividad, y la labor del maestro es organizar las situaciones de enseñanza.
La comprensión de las conversaciones en el salón de clase dependen del conocimiento sobre el contexto y la cultura de la clase, de las convenciones y significados que se hayan creado en cada situación particular.
Una serie de investigaciones aplicadas en la Universidad Pedagógica Nacional en la carrera de Psicología, llevaron a Makhlouf y Ramírez a considerar que en las clases se van dando diferentes situaciones, las cuales implican diversas formas de interacción y por lo tanto de comunicación. Algunas definidas por tareas educativas, actividades varias y por roles que deben desempeñar los sujetos.
Estas situaciones conforman contextos, los cuales se generan con cada acción de los participantes durante la clase. Estos autores definen contexto como la situación tal como la encuentra el hablante antes de empezar a hablar. En estas situaciones existen reglas para hablar, por ello las emisiones deben ser apropiadas a las situaciones.
Nos afirmamos como grupo que los hablantes no se limitan a obedecer reglas sino que deben crear y cambiar los diversos contextos. Por ello el lenguaje no se da en situaciones, sino forma parte de ellas y contribuye a producirlas.
Se entienden, entonces, como contextos a los diferentes acontecimientos o fases que se suceden en una clase, como son la exposición, el repaso, los ejercicios, etc.


¿Qué es Educación?
La educación, es el proceso por el cual, el ser humano, aprende diversas materias inherentes a él. Por medio de la educación, es que se sabe como actuar y comportarse en sociedad. Es un proceso de sociabilización del hombre, para poder insertarse de manera efectiva en ella. En la educación se desarrollan capacidades físicas e intelectuales, habilidades, destrezas, técnicas de estudio y formas de comportamiento ordenadas con un fin social (valores, moderación del diálogo-debate, jerarquía, trabajo en equipo, regulación fisiológica, cuidado de la imagen, etc.). Se materializa en la serie de habilidades, conocimientos, actitudes y valores adquiridos, produciendo cambios de carácter social, intelectual, emocional, etc. en la persona que, dependiendo del grado de concienciación, será para toda su vida o por un periodo determinado, pasando a formar parte del recuerdo en el último de los casos.
El ser humano, está constantemente, en un proceso de educación, es una verdadera esponja, el cual va reteniendo información, con todo aquello con que interactúa. Es por esto que es de vital importancia que el ambiente en que se encuentre sea apropiado y que no le inculque doctrinas ni formas de pensar que lo envuelvan en la perdición, ni que lo aísle, ya que esto lo alejaría de su verdadera naturaleza que es vivir en sociedad.
La educación es recibida en diversos ámbitos. Pero una de las más importantes es la educación que imparten los diversos establecimientos educacionales presentes en toda sociedad (colegios, universidades, institutos, etc.). Los cuales se guían por mallas curriculares, establecidas por directrices gubernamentales. Son estos establecimientos, quienes entregan una educación formativa, a nivel intelectual en base de conocimientos prácticos, los cuales permitirán a la persona, insertarse en la sociedad como uno más de ella. Por medio de esta educación, es que la persona, podrá desempeñarse en algún puesto laboral. Ya que por medio de este camino, es que logrará que su descendencia, vuelva a cumplir el mismo ciclo. Es por esto que es de vital importancia saber que tipo de educación es la que se está entregando a los jóvenes, saber si los docentes están cumpliendo con su misión formadora, si están sufriendo alguna complicación en su desarrollo o si son entes aparte del establecimiento los que no permiten el trabajo íntegro de los docentes.

¿Qué es Profesión Docente?
Se entiende por profesión docente el ejercicio de la enseñanza en planteles oficiales y no oficiales de educación en los distintos niveles. Igualmente incluye esta definición a los docentes que ejercen funciones de dirección y coordinación de los planteles educativos, de supervisión e inspección escolar, de programación y capacitación educativa, de consejería y orientación de educandos, de educación especial, de educación de adultos y demás actividades de educación formal autorizadas por el Ministerio de Educación Nacional, en los términos que determine el reglamento ejecutivo.

¿Qué es Calidad?
Calidad tiene muchas definiciones, pero la básica es aquella que dice que aquel producto o servicio que se adquiera satisfaga las expectativas del consumidor sobradamente. Es decir, que aquel servicio o producto funcione tal y como se quiera y para realizar aquella tarea o servicio que es preciso realizar.

¿Qué es Equidad?
Equidad tienen una connotación de justicia e igualdad social con responsabilidad y valoración de la individualidad, llegando a un equilibrio entre las dos cosas, la equidad es lo justo en plenitud. La equidad introduce un principio ético o de justicia en la igualdad. Obliga a plantearse los objetivos que se deben conseguir para avanzar hacia una sociedad más justa. Una sociedad que aplique la igualdad de manera absoluta será una sociedad injusta, ya que no tiene en cuenta las diferencias existentes entre personas y grupos. Y, al mismo tiempo, una sociedad donde las personas no se reconocen como iguales, tampoco podrá ser justa.

¿Qué es competencia?
El concepto de competencia tal como se entiende en la educación resulta de las nuevas teorías cognoscitivas, básicamente significa "saberes de ejecución". Puesto que todo conocer implica un saber, entonces, es posible decir que son recíprocos competencias y saber: saber pensar, saber interpretar, saber desempeñarse y saber actuar en diferentes escenarios. Parte de la construcción de competencias se basa en la interdisciplinariedad, la posibilidad de integrar conocimientos de otras disciplinas a la propia y en el desarrollo de habilidades del pensamiento. Los alumnos llevan consigo a los diferentes campos del trabajo distintas habilidades que son parte de la educación compleja que recibieron, pero no son conscientes de esto, es por ello importante darles a conocer desde la escuela las relaciones entre sus conocimientos, habilidades y valores, lo que facilita el montaje de las competencias. La construcción de competencias implica el desarrollo del pensamiento crítico, que a su vez involucra varias habilidades trascendentales. El pensamiento crítico es el pensamiento eficiente, la actividad intelectual que permite conseguir los fines de la manera más eficaz.
Las competencias al converger con las habilidades determinan qué tan efectivamente se desempeñan las habilidades y qué tanto se desarrollaron en secuencia para alcanzar una meta. El enfoque de las competencias plantea que los valores son el contexto en que se basan las habilidades y la aplicación de los conocimientos. Al proponer que los estudiantes construyan competencias, en ningún momento significa que deban abandonar sus valores, por el contrario, es muy importante que desarrollen su pensamiento crítico como un puntal para el crecimiento en valores.

Disciplina en la sala de clases
Es prácticamente imposible lograr una buena disciplina dentro de la sala de clases si se cuenta con un número enorme de alumnos por curso.
Es común culpar al profesor por no poder lograr una disciplina dentro del curso o de no poder lograr el control, pero nadie piensa que es muy difícil si es controlar a un grupo tan grande. En este caso hay que tener en cuenta que el rol de la familia es fundamental. Es la familia la que debe disciplinar a sus hijos, para que así cada uno sea capaz de lograr un autocontrol dentro de la sala de clase. Logrando de este modo que la tarea del profesor sea más fácil y que cada alumnos tenga la oportunidad de recibir una educación un tanto más personalizada y a su vez, se lograría una mejor disciplina dentro del aula y por ende un mejor ambiente dentro de la misma, lo que permitiría la motivación de los alumnos haciendo que su actitud cambie frente a la educación y aprendizaje dentro de la escuela.

Consejo Asesor Presidencial para la calidad de la educación

El Consejo asume el concepto de educación vinculado al desarrollo humano, que indica que se requiere formar personas conscientes de sus derechos y responsabilidades, capaces de razonar, discurrir, convivir y optar por valores que promuevan el desarrollo de su entorno familiar, del país y del mundo. Se precisa las metas o finalidades de una educación de calidad y las obligaciones del Estado y de las instituciones educativas de ofrecer oportunidades educacionales acordes; y se ofrece un conjunto de indicadores que permitan verificar los avances en su cumplimiento.
El problema es que no siempre se respetan los derechos de las personas y al éstas ver que sus derechos no se cumplen, creen que pueden dejar de lado sus responsabilidades, y al no estar conscientes de esto, son incapaces de entender el concepto de educación, impidiéndoles que cumplan las metas de ésta, principalmente la calidad.

Las metas de una educación de calidad: El Estado y las instituciones educativas deben garantizar una educación de calidad para todos. Ello significa realizar acciones referidas a las siguientes metas:
- Desarrollo personal (cognitivo, moral, emocional y creativo).
- Desarrollo social y participación ciudadana y democrática.
- Desarrollo económico: aprendizaje y competencias para el trabajo.
Estas metas deben cumplirse en condiciones de equidad, asegurando que todos los estudiantes logren un determinado estándar educativo, para lo cual deben acceder a oportunidades educacionales equitativas.

Para desarrollar y mantener una educación de calidad el Estado debe asegurar un sistema educacional que garantice las condiciones para que el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos e hijas conviva con el derecho a la educación de éstos en el marco legal vigente, es decir, obligatoria, gratuita y de buena calidad.
Por su parte, los centros educativos deben realizar una gestión institucional y pedagógica de excelencia, centrada en el aprendizaje de todos, dirigida por educadores con liderazgo y abierta a la integración y participación de toda la comunidad educativa.

Chile carece de un régimen de aseguramiento de la calidad que verifique de forma periódica los procesos y logros del sistema educacional, para cautelar el derecho a una educación de calidad y para que las familias puedan escoger la mejor educación para sus hijos. Ese régimen, sumado a otras reglas relativas al buen uso de los recursos públicos involucrados podría contribuir a la mejora de la educación.
Un régimen de aseguramiento de la calidad, supone un cambio drástico en la manera en que el estado realiza el control del proceso educativo y acarreará modificaciones institucionales significativas.

Los profesionales que se desempeñan en las aulas, antes que nada, son educadores comprometidos con la formación de sus estudiantes, por lo que la única forma de lograr su misión es involucrarse como personas en la tarea, con todas sus capacidades y sus valores, su carisma y preocupación, ya que si no fuera así no lograrían la interrelación empática con sus alumnos, que hace insustituible la tarea docente, pero si el ambiente en que se interactúa no es el más adecuado, si los alumnos y el profesor se sientes sofocados al ser tantos en un espacio tan reducido, esto puede cambiar el transcurso normal de las actividades e incluso las interacciones.

La cantidad de alumnos por sala de clase
La excesiva cantidad de alumnos por sala, es un problema que ha estado presente desde hace mucho tiempo, si bien es cierto que para asegurar la calidad el Consejo Asesor Presidencial propone crear una Superintendencia o Agencia Asesora de la Calidad, la cual debiese cumplir variadas funciones, ésta no toma en cuenta que la excesiva cantidad de alumnos afecta considerablemente a la calidad, puesto que si en una pequeña sala de clase hay un gran número de alumnos es prácticamente imposible que un solo profesor pueda dictar su clase en total tranquilidad, con la atención de todo el grupo curso, ya que los jóvenes de hoy en día tienen una capacidad de atención muy inferior a la de antes, puesto que ésta es cada vez menor. Al ser un grupo tan extenso esto impide que todos los alumnos capten la materia en un tiempo promedio, quitando el obvio motivo de que no todas las personas tienen la misma capacidad de retención de las materias, esto se refiere a que si bien una materia tiene una cantidad de clases aproximada para su desarrollo y comprensión, al ser tantos los alumnos esto hace que no todos capten la materia en un primer momento, provocando un trato diferencial a algunos alumnos, quitándole la equidad que el profesor debería tener hacia ellos, ya sea para mejor o para peor, es decir, el profesor está cumpliendo su labor de explicarle a aquellos que no entienden para así evitar que se atrasen y les valla mal, aunque con esto está atrasando al esto de los alumnos, y si este atraso en las materias es un simple capricho del joven, lo único que está logrando es acostumbrarlo a esto impidiéndole su desarrollo individual y superación personal; o bien está siguiendo con sus materias, ya que el tiempo no le permite estancarse en algo preciso, provocando que el curso completo no entienda o que la mayoría no lo haga, puesto que este sigue trabajando con el grupo mas aventajado y no piensa en el resto del curso.
Es cierto que con este problema son los alumnos los que sufren las peores consecuencias, ya que, su educación es la que no está siendo entregada como debiera ser, cumpliendo la calidad, equidad y confianza que debiese poseer, pero los profesores también se ven afectados por estas circunstancias, primeramente en lo personal, están entre la espada y la pared, puesto que no saben si seguir lo que les dicen sus superiores, de cumplir plazos y formalidades que les exige el establecimiento en donde trabajan o guiarse completamente por su vocación y enseñarle a todos por igual, teniendo la seguridad que todos entendieron de la misma forma aunque esto le impida pasar todas las materias que se le exigen en la pauta, por tomarse el tiempo necesario para que todos comprendan lo básico; también se ven afectados porque se les hace muy difícil contener a un grupo tan extenso de alumnos, los cuales ya tienen una forma particular de actuar, por lo que se niegan a seguir distintas formas de aprendizaje y evaluación, haciéndoles más pesado el trabajo diario, puesto que los jóvenes son tan influenciables que el estar rodeados de tantos otros jóvenes con distintas formas de pensar y actuar, van a querer ser como ellos o tal vez resaltar del grupo haciendo tonterías y faltándole el respeto al profesor, ya que la masa lo va a empujar a hacer cosas que quizás no quiera realizar, la convivencia tampoco se les es muy simple, ya que si a los alumnos no les parece la forma de actuar del profesor y a demás éste no les agrada como persona, no les van ha hacer para nada fácil su trabajo, ya que como están los jóvenes hoy en día, con toda esa necesidad de expresión y rebeldía al verse envueltos en un grupo tan grande, esto se puede desarrollar más y aumentar.

Posible solución al problema:
Si la cantidad de alumnos por sala fuera menor, esto conllevaría a que los establecimiento crecieran en su infraestructura, dándoles mas trabajo a los obreros, aumentando el desarrollo del país, etc., pero principalmente aumentaría el trabajo de los profesores ya que se necesitarían más docentes para contrarrestar la cantidad de cursos que habría. Esto favorecería a la educación de los jóvenes, ya que ésta sería más personalizada, el ambiente de la sala sería más grato, habrían menos oportunidades de distracción ya que serían menos y todos estarían centrados en lo mismo, puesto que el profesor podría tener un trato más personalizado para cada alumno, haciendo que todos estén a un mismo nivel, ya que se daría cuenta a tiempo de quienes están en desventaja y quienes están más avanzados que los demás. El trato alumno-profesor sería mejor puesto que el alumno vería que su profesor no es sólo eso, sino que también es una persona como cualquier otra, con la que convive diariamente y por tanto aprenderá a conocer. Se puede hacer más dinámica la clase y que todos los alumnos tengan la posibilidad de pasar a la pizarra, dar su punto de vista y/o opiniones al respecto, favoreciendo su aprendizaje.

Conclusión

Según nuestra opinión el origen del problema fue la descentralización de la educación la delegación educativa hacia las municipalidades, las cuales en materia educativa no contaban con la experiencia necesaria para administrar la educación Chilena. Sin duda la creación de los colegios particulares fue un hecho discriminatorio para las personas que no podían acceder a ese tipo de educación por pertenecer a un nivel socioeconómico bajo, el hecho de que estos establecimientos seleccionaran el ingreso de sus alumnos, hizo que la mayoría de los estudiantes optaran a la educación municipal masivamente, saturando los colegios y las aulas con una cantidad excesiva de alumnos. respecto de la comunicación que se genera dentro de las salas de clases es importantes destacar la gran importancia que merece la regla del parafraseo en donde el profesor en este caso se asegura de que la información enviada llegue correctamente recibida y de manera clara hacia los alumnos. Pero como estamos considerando los colegios municipales lamentablemente no se puede llevar a cabo esta regla.


Bibliografía o Lyncografía


www.misrespuestas.com/que-es-educacion.html

es.wikipedia.org/wiki/Educacion

www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-80190.htm

Informe final del Consejo Asesor Presidencial para la calidad de la Educación

El Marco para la Buena Enseñanza

www.thedialogue.org/PublicationFiles/PREAL%203-Spanish.pdf

www.agoratel.com/recursos/docs_calidad/calidad.htm

www.bantaba.ehu.es/obs/ocont/eq/

es.wikipedia.org/wiki/Equidad

http://www.elciudadano.cl/2008/07/23/el-debate-de-la-educacion-publica/

martes, 4 de noviembre de 2008

Trabajo Competencias

Introducción

Hemos llegado a un punto de nuestra civilización en que la interacción entre humanos y máquinas es fundamental para desarrollar diversas actividades, incluyendo la transmisión y recepción de conocimientos. Las sociedades han experimentado nuevos y profundos cambios, pues vivimos en una época en que la información se ha desarrollado a pasos de gigante, el intercambio del conocimiento, el nacimiento de renovadas y modernas estructuras tecnológicas y comunicaciónales han revolucionado las formas de viva y el consumo de las personas. Somos testigos de una irrupción tecnológica en desarrollo, nunca antes vivida por la humanidad, que establece un nuevo modelo socio-cultural que conducen a que la educación se plantee de manera diferente, puesto que el desarrollo de las nuevas tecnologías ha ampliado las fronteras y trasfigurado el proceso de enseñanza y aprendizaje, entonces para ocupar un lugar en la sociedad del conocimiento la formación de recursos humanos es de vital importancia, el ajuste de la educación a las necesidades de las sociedades , a nivel local y global es un elemento de relevancia innegable, por eso se hace imperante implantar nuevas y cada vez mas exigentes capacidades de la mas diversa naturaleza.

Marco Teórico
Primer enfoque
Varios siglos atrás surgió una concepción nueva del insumo para el trabajo que fue desarrollada principalmente por Gary Stanley Becker en el libro Capital Human publicado en 1964. La Teoría del Capital Humano, contempla que el individuo es considerado un agente económico en el momento que toma la decisión de invertir o no en su educación arbitra, entre los beneficios que obtendrá en el futuro si continua formándose y los costos de la inversión, por ejemplo, el costo por la oportunidad -salario que deja de percibir por estar estudiando- y los costos directos -gastos de estudios. Seguirá estudiando si el valor de los costos y de las ventajas es positivo. El individuo tiene un comportamiento racional, invierte para sí mismo y esa inversión se realiza en base a sus oportunidades. Por otra parte, esta teoría permite distinguir entre formación general y formación específica. La primera es adquirida en el sistema educativo como alumno y tiene por objeto incrementar la productividad del o los individuos. Esos individuos, por último, incrementarán la productividad marginal en la economía. El financiamiento de esa formación lo realizan los individuos o el Estado. En cuanto a la formación específica este gasto lo asumen las empresas con el fin de capacitar a sus trabajadores para incrementar la eficiencia productiva, ya que esta productividad se basa en la creación, difusión y utilización del saber. Esta teoría revolucionó el área de la economía en su época, pero ¿qué sucede si nos enfocamos en la era del conocimiento y la tecnología?, la teoría del capital humano quedaría obsoleta pues tal como evoluciona el conocimiento y la tecnología es preciso desarrollar teorías que evolucionen, de estructuras jerárquicas en que unos piensan y deciden, a otros que operan y obedecen, a una organización abierta en que todos aprenden y cooperan, colaboran y comparten, con una actitud de compromiso y participación. Surge así el concepto de Organización que Aprende, en la que el objetivo se dispone a dar una orientación especial al conocimiento, al saber hacer, al saber ser, con un fuerte enfoque de conocimiento compartido, en que tanto la Organización en su conjunto como las personas mejoren sus capacidades como consecuencia del ejercicio de sus propias acciones, en una búsqueda de flexibilidad, de adaptación a los resultados y de mejora continua.
De capital a competencias
Quizás, la mejor manera de darnos cuenta del cambio radical y revolucionario que debe desarrollarse al interior de las organizaciones, con las personas, individuo a individuo, es cuando se caracteriza el perfil del trabajador de la Era del Conocimiento; de la “Nueva Economía”, un trabajador, ya no se debe considerar “prescindible”, sino se le debe otorgar confianza, para desarrollar un perfil creativo, innovador, que trabaje en equipo, con alto nivel de auto motivación y realización, que viva las transformaciones y los cambios como oportunidad, y no como una dificultad.
Evolución de un concepto
El concepto de capital ha evolucionado desde un concepto débil, definido como suma de saberes, a un concepto fuerte que involucra a toda la organización y que conduce a un Sistema Integrado de Gestión de los Recursos Humanos. Según Le Boterf, “una organización competente, de acuerdo a la visión del negocio, la conforman unidades organizativas competentes en el logro de sus propios objetivos, que a su vez están integradas por individuos competentes en su oficio particular. Esto genera el concepto de competencia colectiva, la que resulta de la suma de las competencias individuales”. Este concepto se vuelve fundamental en los enfoques de la “Nueva Economía”, capacitación para el desarrollo, que está bien diferenciado de la capacitación para el puesto de trabajo.
Hacia un concepto
En definitiva, la creación de conocimientos en las organizaciones, es sólo uno de los aspectos importantes, y su aprovechamiento está relacionado directamente con las acciones, tales como la gestión tecnológica, los flujos de información, la organización de las comunicaciones, la creación del clima de creatividad y confianza, iniciativas y emprendimientos, en una palabra, con cambios en el tratamiento de las personas. Además Exige la integración del Capital Humano, del Capital Estructural y del Capital Relacional, o en otros términos, de las Capacidades, Conocimientos, Experiencias, Valores, Necesidades, Motivaciones, con las Capacidades Grupales, Valores Culturales Organizacionales, Capacidad de Cambio y de Aprendizaje individual y organizacional.
Competencias educativas
Las competencias educativas se basan en la economía y en la administración y tratan de aproximar la educación a estas materias, en un intento de crear mejores destrezas para que los sujetos participen de la actividad productiva. Se intenta el mejoramiento de la calidad de la educación atendiendo a la construcción de competencias prácticas, con el objetivo de que los estudiantes puedan más tarde competir exitosamente en el campo laboral y, como resultado indirecto, los productos y servicios compitan en los mercados internacionales con buenos resultados. La necesidad de redefinir los lineamientos educativos fue impulsada por numerosos organismos gubernamentales y no gubernamentales, tales como la UNESCO, que intentaron construir una visión más integradora, y señalar así la necesidad de impulsar la transformación de la educación, aumentar el potencial científico-tecnológico de cada región con miras a la formación de una ciudadanía moderna, vinculada tanto a la democracia y la equidad como a la competitividad internacional. La UNESCO manifiesta que es necesaria la formación en valores y actitudes. Se requiere personas que sepan trabajar en equipo, que puedan ponerse en el lugar del otro y comprenderlo, que se hagan responsables del compromiso que toman, que puedan resolver por sí misma situaciones problemáticas, que sean eficaces, solidarias y veraces. De esta manera se decretó que las competencias sean el eje de los nuevos modelos de educación y que, como lo hacen las empresas, se centren en el desempeño. En la educación, el enfoque centrado en competencias significa el saber o el conocimiento en la acción. No como tradicionalmente se ha entendido, el conocimiento para guardar en la memoria, sino en la ejecución; el conocimiento o el saber para hacer algo, lo que implica una convergencia de los conocimientos, las acciones, las actitudes, las aptitudes y los valores.
El desempeño ocurre en un ámbito más o menos concreto, en un contexto determinado y de acuerdo con ciertas normas o criterios previamente determinados. Este nuevo enfoque se centra en los sujetos y en la participación, no es ya la corriente educativa que situaba al alumno como ser humano único e irrepetible, alumno-persona, y depositaba el énfasis en el proceso proponiendo no sólo que el alumno participara, sino que se transformara, así como buscaba que fuera el mismo estudiante quien transformara su realidad; no pretendía conformar comportamientos como lo hacen las competencias, sino que entendía la educación como un proceso permanente en el que el alumno iba descubriendo, elaborando, reinventando y haciendo suyo el conocimiento. Por el contrario, las competencias educativas intentan que el mejoramiento de la calidad de la educación atienda a la construcción de competencias y demuestre su desempeño en forma práctica, para que los estudiantes en un futuro puedan competir exitosamente en el campo laboral y, como resultado indirecto, los productos y servicios compitan con buenos resultados en los mercados internacionales. No se plantea ya la transformación del alumno para que mejore su sociedad, sino de su competencia en un mercado laboral, que aún no se sabe si mejorará la sociedad como tampoco se sabe si la competencia será justa o no para esta sociedad.
El concepto de competencia, tal y como ahora se entiende en la educación, resulta de las nuevas teorías de cognición y básicamente significa saberes de ejecución. Puesto que todo conocer se traduce en un saber, entonces, es posible decir que son recíprocos competencia y saber: saber pensar, saber desempeñar, saber interpretar, saber actuar en diferentes escenarios, desde sí y para la sociedad (dentro de un contexto determinado).
La educación basada en competencias, según Holland (1966, 97), se centra en las necesidades, estilos de aprendizaje y potencialidades individuales para que el alumno llegue a manejar con maestría las destrezas señaladas por la industria. Formula actividades cognoscitivas dentro de ciertos marcos que respondan a determinados indicadores establecidos y asienta que deben quedar abiertas al futuro y a lo inesperado. Si sólo se tomara esta definición seria muy baga y no estaría explicando el verdadero significado de competencias.
Richard Boyatzis (1982) expresa que una competencia es la destreza para demostrar la secuencia de un sistema del comportamiento que funcionalmente está relacionado con el desempeño o con el resultado propuesto para alcanzar una meta, y debe demostrarse en algo observable, algo que una persona dentro del entorno social pueda observar y juzgar. Las competencias al converger con las habilidades determinan qué tan efectivamente se desempeñan las habilidades y qué tanto se desarrolló en secuencia, para alcanzar una meta. Si bien las competencias buscan lograr una meta, ésta no es indudablemente siempre lo primordial ya que también hay otros puntos que son de real importancia y que en ocasiones opacan estas metas.
Marelli (2000) dice que la competencia es una capacidad laboral, medible, necesaria para realizar un trabajo eficazmente, es decir, para producir los resultados deseados por la organización. Está conformada por conocimientos, habilidades, destrezas y comportamientos que los trabajadores deben demostrar para que la organización alcance sus metas y objetivos. Son capacidades humanas, susceptibles de ser medidas, que se necesitan para satisfacer con eficacia los niveles de rendimiento exigidos en el trabajo. Se sabe que el concepto de competencia se originó del ámbito industrial, pero en estos tiempos es posible separar cada tipo de competencia, es por esto que su significado es tan multifacético, siendo un tanto antiguo sólo pensar que al hablar de competencias estas deban estar ligadas al trabajo empresarial o industrial.
Bigelow (1996) entiende que el aprendizaje a través del desarrollo de habilidades obliga a los estudiantes a que adopten un estilo de aprendizaje activo que favorezca su capacidad para: autoevaluarse, afrontar riesgos, autodescubrirse y un comportamiento competente para tratar con situaciones difíciles, por ejemplo, situaciones que requieran de descubrir soluciones, saber escuchar, manejar conflictos, dar retroalimentación y saber delegar. De esta manera es posible decir que una competencia en la educación es un conjunto de comportamientos sociales, afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, un desempeño, una actividad o una tarea. Se describe como un resultado de lo que el alumno está capacitado a desempeñar o producir al finalizar una etapa.
En la educación basada en competencias quien aprende lo hace al identificarse con lo que produce, al reconocer el proceso que realiza para construir y las metodologías que dirigen este proceso. Al finalizar cada etapa del proceso se observan y evalúan las competencias que el sujeto ha construido.
Así, este nuevo enfoque propone que es necesario facilitar el desarrollo de las habilidades, la madurez de los hábitos mentales y de conducta que se relacionen con los valores universales. Asegurándose de que el fin y centro del aprendizaje sea el alumno, reforzando el desarrollo del pensamiento crítico del estudiante, con objeto de que éste cuente con herramientas que le permitan discernir, deliberar y elegir libremente, de tal forma que en un futuro próximo pueda comprometerse en la construcción de sus propias competencias.
El concepto de competencia tal como se entiende en la educación resulta de las nuevas teorías cognoscitivas, básicamente significa "saberes de ejecución". Puesto que todo conocer implica un saber, entonces, es posible decir que son recíprocos competencias y saber: saber pensar, saber interpretar, saber desempeñarse y saber actuar en diferentes escenarios.
La educación basada en competencias (Holland 1966-97) se centra en las necesidades, estilos de aprendizaje y potencialidades individuales para que el alumno llegue a utilizar con pericia las habilidades señaladas por el mundo laboral. Las competencias son un conjunto de conocimientos, habilidades y valores que convergen y permiten llevar a cabo un desempeño de manera eficaz, es decir, que el alumno logre los objetivos de manera eficiente y que obtenga el efecto deseado en el tiempo estipulado y utilizando los mejores métodos y recursos para su realización.

La educación basada en competencias se refiere a una experiencia eminentemente práctica, que necesariamente se enlaza a los conocimientos para lograr un fin: el desempeño. En otras palabras, la teoría y la experiencia práctica se vinculan utilizando la teoría para aplicar el conocimiento a la construcción o desempeño de algo.
Competencias según Thierry
En el ensayo La Formación Profesional Basada en Competencias de David René Thierry, filósofo, economista y pedagogo, se da a conocer que la educación basada en competencias surgió en ambos lados de la frontera entre los Estados Unidos y Canadá, durante la década de los setenta, como respuesta a la crisis económica cuyos efectos en la educación afectaron sensiblemente a todos los países; y que para resolver este conflicto, se buscó identificar las capacidades que se necesitaban desarrollar para ser un buen profesor de educación básica. En esa década, el mundo enfrentó un incremento considerable en la demanda de educación media superior, ocasionado por la dinámica de la población. Uno de los rasgos de la crisis era que los adolescentes terminaban la educación obligatoria, es decir, la secundaria o el bachillerato, según el país, sin contar con una competencia para el trabajo, toda vez que ni siquiera habían logrado desarrollar la habilidad esencial de aprender a aprender, sin dejar de reconocer que no todos tenían acceso a la educación superior; y que durante los años ochenta, en forma paralela al desarrollo de las competencias para enseñar, se diseñó una manera innovadora de preparar a los jóvenes para el trabajo que garantizaba la calidad de la formación. Además los países industrializados invirtieron grandes sumas de dinero en este proyecto con la participación decidida del gobierno y de la industria (en el caso de Australia, de los sindicatos), en parte para responder a la necesidad de reconvertir su economía, del sector industrial al de servicios, lo que dio como resultado el modelo de capacitación basada en competencias. Los pioneros fueron Alemania, Australia, Canadá, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, Nueva Zelanda y Japón; y que en el caso de México, en la primera mitad de la década de los años noventa, en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) se establecieron los primeros contactos con los modelos y las metodologías de la educación y capacitación basadas en competencias de Canadá, Estados Unidos, Francia e Inglaterra y, posteriormente, de Australia. También, Thierry señala que tanto la psicología como la pedagogía juegan un papel fundamental en el diseño, la implementación, el desarrollo y la consolidación de la educación y capacitación basadas en competencias; citando a Gerardo Hernández Rojas, para destacar que en la psicología de la educación coexisten diversos paradigmas: conductista, humanista, cognitivo, psicogenético y sociocultural, además del constructivismo como paradigma emergente, lo que resulta ser una ventaja en el análisis del proceso de formación profesional; y nos remite, por un lado, a estudiar a fondo cada una de las propuestas y sus aplicaciones e implicaciones educativas, sistema formal y sistema por competencias, y por el otro, a valorar en su justa dimensión sus alcances y limitaciones en el contexto de la formación por competencias. En su ensayo pone como ejemplo, el concepto de aprendizaje significativo, donde la noción de competencia tiene múltiples acepciones (la capacidad, expresada mediante los conocimientos, las habilidades y las actitudes que se requieren para ejecutar una tarea de manera inteligente, en un entorno real o en otro contexto), pero que todas presentan cuatro características en común: la competencia toma en cuenta el contexto, es el resultado de un proceso de integración, está asociada a criterios de ejecución o desempeño e implica responsabilidad; y que por su naturaleza y por la forma en que se adquieren o desarrollan, las competencias se clasifican en académicas, laborales y profesionales. En lo relacionado a las competencias académicas, dice que son las que promueven el desarrollo de las capacidades humanas de: resolver problemas, valorar riesgos, tomar decisiones, trabajar en equipo, asumir el liderazgo, relacionarse con los demás, comunicarse (escuchar, hablar, leer y escribir), utilizar una computadora, entender otras culturas y, principalmente, aprender a aprender. Todo ello, sustentado en los cuatro pilares de la educación enunciados en el Informe Delors de la UNESCO: aprender a conocer, aprender hacer, aprender a convivir y aprender a ser; a los que el autor de La Formación Profesional Basada en Competencias considera muy importante incorporar aprender a emprender para lograr, de acuerdo con cada tipo de educación, aprender a indagar, aprender a aprender, aprender a estudiar y aprender a investigar. Esto debiese ser la pauta inicial de toda competencia ya que todos los profesores deberían guiarse por los cuatro pilares de la educación, pero lamentablemente sólo sirve para vanagloriarse de que lo están cumpliendo al pie de la letra, cuando en realidad sólo ponen en práctica lo que sus superiores le permiten o ellos creen más simple de realizar.
Competencias
Al definir Competencia es importante destacar que en cada definición existen supuestos previos diferentes con los que cada autor opera, y como expresara Le Boterf, “el concepto de competencia actual posee un atractivo singular, la dificultad de definirlo crece con la necesidad de utilizarlo”, de manera que más que un concepto operativo es un concepto en vía de fabricación.
La competencia es un concepto difícil de definir que se puede explicar e interpretar de diversas maneras. Como ha afirmado Stevenson (1995), las "construcciones" de la competencia varían en diferentes contextos. El significado que se le ha dado a la competencia en la vida diaria y en los ambientes académicos son bastantes diferentes. Lo del tiempo en cada uno de esos contextos y también puede variar de acuerdo con los diferentes juicios de valor dentro de ellos. Es decir, las competencias y la educación basada en ellas es lo normativo. La competencia, como la inteligencia, es un constructor que se puede deducir del desempeño. Es posible aclarar la naturaleza de la competencia haciendo referencia tanto a argumentos filosóficos como psicológicos. La competencia de los individuos se deriva de su dominio de un conjunto de atributos (como conocimiento, valores, habilidades y actitudes) que se utilizan en combinaciones diferentes para desempeñar tareas ocupacionales. Por lo tanto, la definición de una persona competente es aquella que posee los atributos (conocimiento, habilidades, actitudes y valores) necesario para el desempeño de un trabajo según la norma apropiada. Por lo tanto, la naturaleza del concepto es correlativa -vincula diferentes cosas, atributos y tareas dentro de una estructura conceptual. Al hacer esto, va más allá de las conceptualizaciones más tradicionales que se concentran únicamente en las tareas que se necesitan desempeñar, o bien en los atributos genéricos o las capacidades que, se dicen, sostienen la competencia sin tomar en cuenta la forma en que estas necesidades se aplican a diferentes contextos. Además de su carácter correlativo, otros dos elementos adicionales integran el concepto. La necesidad del holismo y la necesidad de tomar en cuenta el contexto y la cultura. Las normas de competencia y la educación basada en ellas necesitan ser holísticas en el sentido de que reúnen una multitud de factores para explicar el desempeño laboral exitoso, concentran las tareas que están en un nivel de generalidad apropiado y de que las tareas no son independientes entre sí. Otro elemento es el que se relaciona con el lugar de la cultura y del contexto. A medida que los profesionales aumentan en comprensión de la cultura de sus ocupaciones (y de sus lugares de trabajo), son capaces de armonizar esto con su conocimiento técnico, sus habilidades y actitudes, y de formular juicios individuales mejor informados sobre cómo deben actuar en las situaciones en las que se encuentran involucrados. Las competencias son un concepto en evolución que toma en cuenta la crítica y el perfeccionamiento de las formas de actuar. Claro está que los juicios individuales serán guiados, en un nivel general, por el conjunto de normas de competencia. Estas normas representan los mejores esfuerzos de un grupo característico de responsables que determinan los atributos esenciales para desempeñar las principales tareas en la ocupación. Esta combinación de elementos produce el enfoque completo de las competencias. Dicho enfoque supera todas las objeciones al movimiento de competencias, identificadas en diferentes artículos. Nos permite, incorporar éticas y valores como elementos del desempeño, de competencias, la necesidad de prácticas reflexivas, la importancia del contexto/cultura y el hecho de que puede haber más de una forma para practicar de manera competente.
La investigación reciente en el área de la psicología cognoscitiva (por ejemplo, a Brown et al (1989), Lave (1988), Prawat (1993)) así como el trabajo de Sternberg (1985) acerca de la inteligencia práctica y el de Scribner (1984) relacionado con el desarrollo de la experiencia a través del aprendizaje en el lugar de trabajo, apoya algunas de las ideas sobre la educación basada en competencias. Esencialmente, este trabajo sugiere que la mayoría del aprendizaje se sitúa y ocurre dentro de un contexto/cultura específicos. Esto explica que se requiere armonizar el conocimiento fundamental del tema, con las demandas de la práctica, algo que incorpore el conocimiento de proposiciones junto con la meta control (Sternberg, 1985). Esto da crédito al énfasis del aprendizaje en el lugar de trabajo dentro de la educación basada en competencias.
La literatura sobre la experiencia actual también proporciona una conceptualización interesante sobre lo que significa la competencia en términos de estructuras cognoscitivas, donde se asume que la competencia es la etapa final de la adquisición de una habilidad.
Cejas refiere que el concepto de competencia aparece en los años 70, especialmente a partir de los trabajos de McClelland en la Universidad de Harvard, se puede encontrar que la competencia es definida como capacidad productiva, aptitud de un individuo, capacidad real u objetiva del individuo, capacidades adquiridas, habilidad, habilidad multifacética, operacionalización, operaciones mentales, cognitivas, socio-afectivas y psicomotoras, conjunto de comportamientos socio-afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras, conjunto de conocimientos teóricos, habilidades, destrezas y actitudes, un sistema de atributos en estrecha vinculación, un sistema de conocimientos, conceptuales y de procedimientos organizados en esquemas operacionales, una compleja integración de atributos, por mencionar algunos.
Parte de la construcción de competencias se basa en la interdisciplinariedad, la posibilidad de integrar conocimientos de otras disciplinas a la propia y en el desarrollo de habilidades del pensamiento, como, por ejemplo: dividir el problema entre sus partes principales, relacionar, considerar los juicios, clasificar, identificar las característica principales y emplear estas habilidades de manera interdisciplinaria. Los alumnos llevan consigo a los diferentes campos del trabajo distintas habilidades que son parte de la educación compleja que recibieron, pero no son conscientes de esto, es por ello importante darles a conocer desde la escuela las relaciones entre sus conocimientos, habilidades y valores, lo que facilita el montaje de las competencias.
La construcción de competencias implica el desarrollo del pensamiento crítico, que a su vez involucra varias habilidades trascendentales. El pensamiento crítico es el pensamiento eficiente, la actividad intelectual que permite conseguir los fines de la manera más eficaz. Las habilidades básicas del pensamiento crítico son las de razonamiento, solución de problemas y toma de decisiones. Las competencias al converger con las habilidades determinan qué tan efectivamente se desempeñan las habilidades y qué tanto se desarrollaron en secuencia para alcanzar una meta. El enfoque de las competencias plantea que los valores son el contexto en que se basan las habilidades y la aplicación de los conocimientos. Al proponer que los estudiantes construyan competencias, en ningún momento significa que deban abandonar sus valores, por el contrario, es muy importante que desarrollen su pensamiento crítico como un puntal para el crecimiento en valores.
En general se considera que el término competencias ingresa al campo educativo desde dos vertientes diferentes: las teorías de la comunicación a partir de los estudios de lingüística y uso de la lengua realizados en 1965 por Noam Chomsky; quién propone "una lingüística del habla, distinguiendo en ella la competencia, que es la capacidad que desde muy pequeños tienen los humanos de entender frases nuevas y de producir mensajes nuevos, inéditos; y la actuación, la realización de esa capacidad, entendiendo y produciendo mensajes nuevos con una vieja lengua". Por otro lado, este concepto es utilizado en el mundo empresarial a partir de las propuestas de reingeniería ligando "las destrezas del saber-hacer con la capacidad empresarial de competir, esto es, de ganarle a los otros competidores en la capacidad de producir rentabilidad" (Barbero, 2004).
Según el Manual de Educación en Salud basada en Competencias, OPS-OMS, 2001 competencia es la combinación integrada de conocimientos, habilidades y actitudes conducentes a un desempeño adecuado y oportuno en diversos contextos.
El concepto de competencias se refiere, en esencia, a la aplicación de conocimientos prácticos a través de habilidades físicas e intelectuales, con respecto a criterios o estándares de desempeño esperados (normas o calificaciones). El enfoque de competencias, en realidad representa un gran sistema en el que intervienen diversos y complejos procesos, entre los que destacan: normalización, formación, evaluación, acreditación, certificación y socialización.
Competencia profesional
El concepto “competencia profesional” surge en los años 80 como un aporte al debate que se vivía en los países industrializados el que consideraba la necesidad de mejorar la relación de la educación con el sector productivo, relación que se caracterizo por la intención de impulsar una adecuada formación del sector productivo. La formación profesional por competencias se presenta en la convergencia de dos conceptos: la formación profesional por una parte que habla de la elaboración de programas de formación que tienden a la competencia como elemento central, mientras que por otra se habla de un proceso instruccional que sirve para mejorar la enseñanza y el aprendizaje y que tiene como elemento central la habilidad de aprender a aprender. En el primer caso se puede hablar del enfoque por competencias como un modelo curricular, mientras que en el segundo caso se le puede identificar como un modelo instruccional centrado en el aprendizaje. Ante esta clasificación se hace necesario aclarar que los dos modelos abordan tanto lo curricular como lo instruccional y su identificación en uno u otro modelo corresponde al énfasis que le otorgan a uno u otro aspecto; en el modelo curricular, a pesar de la centralización en la elaboración de programas, se observan preocupaciones específicas sobre el aprendizaje (v. gr. Malpica 2000) y en el modelo instruccional centrado en el aprendizaje, más allá de los principios, ideas rectoras o estrategias que se esbozan, se hace referencia a lo curricular (v. gr. Ruiz 2005).

Enfoque por competencias como modelo curricular.
Las características que definirían a un programa de formación elaborado en base a competencia serían los siguientes (INSAFORP 2001):
• Los contenidos del curso se basan en tareas que se pueden medir.
• Los objetivos de rendimiento de los participantes son especificados antes de la instrucción.
• El logro del participante se basa en demostrar la competencia.
• La instrucción es individualizada.
• El participante y el instructor son corresponsables del logro de las competencias.
• El aprendizaje es guiado por la retroalimentación.
• El tiempo de aprendizaje es flexible.
• Se recomienda un programa de entrada/salida abierta.
• La evaluación se realiza mediante una medición referida a criterio.
• El instructor es un administrador y facilitador de la instrucción.
Por su parte, Tejada (2005) le asigna dos características centrales a los programas de estudio basados en un enfoque por competencias: flexibilidad y polivalencia.
Para que un plan formativo sea flexible y polivalente es preciso, pensar en diseños modulares, especificados en créditos y unidades didácticas. Ahora bien, estos módulos tienen que llenarse de contenido, en busca del logro de las competencias profesionales. No cabe duda que para que esto sea factible, los módulos serán unidades mínimas, pero con sentido, estructuradas en función del perfil profesional que se desee lograr.
Esta nueva forma de concebir la formación profesional “afecta igualmente a la configuración de la oferta educativo-formativa en sí misma, a su estructuración y planteamiento operativo” (CIDEC 2004: 27).

Enfoque por competencias como modelo institucional
Se Basa en el aprendizaje, los aspectos estratégicos que definirían la esencia de una actuación pedagógica orientada al desarrollo o formación de competencias serían los siguientes (Ruiz 2005):
• Componentes instruccionales (ejecución competente, el conocimiento del estado inicial del alumno, el aprendizaje y los procesos de transformación de un estado a otro y la evaluación y la orientación).
• Aspectos inherentes a la génesis de formación de una competencia (amplia actividad mental, atender a lo óptimo, lograr la motivación y la ejercitación gradual y progresiva en busca de niveles de automatización
• Las ideas rectoras de un planteamiento constructivista (el alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje, la actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que poseen ya un grado considerable de elaboración y la función del docente es engarzar los procesos de construcción del alumno con el saber colectivo, culturalmente organizado).
• Los principios metodológicos para la formación de competencias (significado por sobre estructuras, habilidades más allá del aula, realización de tareas en una visión integral y contextual, aula centrada en el alumno y el desarrollo de trabajo cooperativo).
• Los objetivos intelectivos a lograr (favorecer el acceso a la información y su comprensión, favorecer el enriquecimiento asociativo, favorecer la integración y globalización de los contenidos, favorecer la aplicación a nivel de elaboración transformativa y aplicar un nivel elaborativo constructivo).
• Las estrategias mediadoras de la planificación e intervención (externas e internas).

Bajo estos dos modelos, la formación profesional por competencias puede ser definida, por una parte, como el desarrollo de programas ocupacionales, en los cuales se requieren conductas y estándares de rendimiento que son especificados antes de iniciar la instrucción, mientras que por otra, puede ser definida como un proceso instruccional, donde la intervención didáctica está centrada en el aprendizaje, basada en el rendimiento y referida a un criterio.
Bajo estos dos modelos, la formación profesional por competencias puede ser definida, por una parte, como el desarrollo de programas ocupacionales, en los cuales se requieren conductas y estándares de rendimiento que son especificados antes de iniciar la instrucción, mientras que por otra, puede ser definida como un proceso instruccional, donde la intervención didáctica está centrada en el aprendizaje, basada en el rendimiento y referida a un criterio.
ESTUDIOS PEDAGÓGICOS XXXIII, Nº 2: 131-153, 2007
“LA FORMACION DE DOCENTES BAJO UNA CONCEPTUALIZACION COMPRENSIVA”

Otra forma de definir las competencias para la formación de los docentes es guiarse por el modelo de competencias profesionales integrales (Huerta, Pérez y Castellanos, 2000), que establece tres niveles: competencias básicas, genéricas y específicas, y su rango de generalidad va de lo amplio a lo particular. Las competencias básicas son las capacidades intelectuales indispensables para el aprendizaje de una profesión, se adquieren en los niveles educativos previos, por ejemplo el uso adecuado de los lenguajes oral, escrito y matemático. Las competencias genéricas son la base común de la profesión y pueden o no referirse a situaciones concretas de la práctica profesional, siempre y cuando éstas requieran respuestas complejas. Las competencias específicas son la base particular de la práctica profesional y están vinculadas a condiciones específicas de desempeño. En el caso de los docentes se puede afirmar que las competencias básicas ya han sido formadas en los niveles educativos previos, las competencias genéricas deben responder, en su esencia, a un modelo de formación, y que las competencias específicas se pueden derivar de estrategias de construcción de competencias. Las competencias genéricas responden a una conceptualización comprehensiva de la formación. En este sentido, es posible identificar en esta conceptualización tres procesos: objetivo (relación del sujeto con su entorno), intersubjetivo (relación del sujeto con otros sujetos) e intrasubjetivo (relación del sujeto consigo mismo). El proceso objetivo se ubica en el momento de la apropiación, el proceso intersubjetivo en el de la intersubjetividad y el proceso intrasubjetivo en el momento del retorno sobre sí mismo. La primera competencia puede ser establecida como condición necesaria para el momento de la intersubjetividad, mientras que la segunda, en esencia, conduciría a ese momento. Las dos primeras competencias se plantean como condiciones ineludibles para este momento, mientras que la tercera permitiría cerrar el ciclo de formación a través de la reconstrucción.
Las competencias se pueden desglosar en unidades de competencia, definidas dentro de la integración de saberes teóricos y prácticos que describen acciones específicas a alcanzar, las cuales deben ser identificables en su ejecución. Las unidades de competencia tienen un significado global y se les puede percibir en los resultados o productos esperados, lo que hace que su estructuración sea similar a lo que comúnmente se conoce como objetivos; sin embargo, no hacen referencia solamente a las acciones y a las condiciones de ejecución, sino que su diseño también incluye criterios y evidencias de conocimiento y de desempeño (iberfop-oei, 1998). La agrupación de diferentes unidades de competencia en grupos con clara configuración curricular da cuerpo a las mismas competencias profesionales. Una vez establecidos los niveles de competencia, las unidades de aprendizaje (asignaturas) se articulan en relación con la problemática identificada a través de las competencias genéricas o específicas. La educación profesional por competencias integrales implica replantear la relación entre la teoría y la práctica. Sin embargo, es necesario separar los saberes implicados en saberes prácticos, saberes teóricos y saberes valorativos. Los saberes prácticos incluyen atributos (de la competencia) tales como los saberes técnicos, que consisten en conocimientos disciplinares aplicados al desarrollo de una habilidad, y los saberes metodológicos, entendidos como la capacidad o aptitud para llevar a cabo procedimientos y operaciones en prácticas diversas. Por su parte, los saberes teóricos definen los conocimientos teóricos que se adquieren en torno a una o varias disciplinas. Finalmente, los saberes valorativos, incluyen el querer hacer, es decir, las actitudes que se relacionan con la predisposición y motivación para el autoaprendizaje, y el saber convivir, esto es, los valores asociados a la capacidad para establecer y desarrollar relaciones sociales.
Competencias Asociadas a la Profesión Docente:
1.- Comunicación. Incluye:
• Habilidades verbales: hablar y escuchar, formular preguntas adecuadas, discusión grupal, interacción, decir, mostrar, reportar, expresar verbalmente y por escrito de manera correcta en el propio idioma;
• Habilidades de lectura: leer críticamente, seleccionar la información, evaluar la información, tomar una posición frente a la información; no dejarse guiar irreflexivamente por los contenidos.
• Habilidades de expresión escrita:, escribir, pensar con lógica para expresar ordenadamente las ideas por escrito, elaborar reportes, artículos, síntesis, ensayos, así como las
• Habilidades en el ámbito de las TICs: procesar información, uso de Internet, multimedia, relacionada con la disciplina que se estudia y la práctica profesional.

2.- Pensamiento crítico. Comprende aspectos como:
• La evaluación, es decir, la toma de decisiones sobre la base de información relevante. El establecimiento de lo que se va a evaluar y el modelo en el cual apoyarse para juzgar el valor,
• La realización de juicios de valor, la clarificación de razonamientos, la integración de datos pertinentes de diferentes fuentes, la discusión, comparación, contraste y el diálogo.
• La capacidad de análisis, es decir la división de un problema en sus partes principales, la capacidad de relacionar, criticar, apoyar y considerar juicios de calidad, demostrar causalidades y efectos, identificar características principales, argumentar, demostrar, suministrar evidencias, clarificar fundamentos lógicos, apelar a los principios o las leyes.
• La capacidad de resolución de problemas, así como a la capacidad para tomar decisiones, jerarquizar, asentar prioridades y asumir responsablemente las consecuencias.

3.- Relación. Comprende actitudes relacionadas con:
• El humanismo y los valores, la ética profesional, la cultura y el género.
• La capacidad para efectuar relaciones interpersonales, trabajo de equipo y capacidad de trabajar de manera interdisciplinar y transdisciplinar, respeto a otras culturas, servicio y cooperación.
• El autoconcepto y autoimagen profesional, que son fundamentales para el ejercicio idóneo del profesor.

4.- Función. Relacionada con la capacidad para:
• Administrar, organizar y coordinar, planificar, delegar y supervisar
• El trato con el personal y uso de recursos
• La responsabilidad y estimación del desempeño.

5.- Liderazgo. Comprende:
• La capacidad para colaborar, ser creativo, planear, anticipar, dirigir, respaldar sus decisiones sobre la base de evidencias
• Ajustar el decurso de las acciones en función de la información recibida, potenciar el trabajo de los componentes del equipo bajo su dirección, canalizar y respetar ritmos y visiones de mundo contrapuestas, administrar correctamente el tiempo, establecer una adecuada identificación respecto del énfasis en las relaciones humanas o hacia la tarea en función de los requerimientos específicos o situacionales
• Flexibilidad y tolerancia para actuar con firmeza cuando existen desviaciones que arriesgan el resultado o el éxito de la tarea encomendada.

6.- Competencia Empática: Esta competencia implica:
• Ponerse en el lugar de los otros a fin de comprender las formas de sentir y conocer a los niños, jóvenes y adultos que conforman los diferentes grupos escolares.
• La empatía da la posibilidad de interactuar con tolerancia y respeto por los otros, así como de comprender la influencia de las características culturales y psicológicas de los grupos en situación de aprendizaje.

7.- Competencia Cognitiva: Esta competencia supone:
• Comprender el mundo en el que vive y disponerse a una permanente búsqueda de nuevos saberes a partir de aceptar que los saberes que circulan en las escuelas no son saberes naturales sino productos de una construcción social y cultural.
• La escuela es uno de los espacios sociales donde circula el saber público con lo que el docente debe asumir su adecuada difusión.

8.- Competencia Didáctico-Disciplinar: Esta competencia implica:
• Concebir la enseñanza adecuándola al contexto en el que se desarrolla, articulando los saberes disciplinares con las teorías de la enseñanza, y entendiendo que lo que ocurre en las escuelas no es natural sino una construcción social y cultural.
• Los docentes deben poder conocer, seleccionar, evaluar, recrear estrategias de intervención didáctica según los diferentes contenidos disciplinares, incluyendo recursos diversos y, si fuera posible, las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones.
• El proceso de diseño y gestión de estas estrategias y la práctica evaluativa continua, brindarán la oportunidad de desarrollar progresivamente una práctica profesional autónoma.

9.- Competencia Institucional: Esta competencia implica:
• Concebir las practicas profesionales en contextos institucionales que suponen un trabajo en equipo para compartir un proyecto educativo, articulado con las representaciones sociales y las necesidades de la comunidad en la que esta inserta la escuela.
• El desarrollo creativo de las prácticas y su progresivo aporte a la autonomía institucional lo que favorece las renovación de los proyectos educativos y establece una tensión productiva entre la tradición y la innovación.

10.- Competencia Creativa: Esta competencia supone:
• La capacidad de diseñar estrategias de acción novedosas según criterios personales y/o compartidos con el equipo de trabajo.
• Lo que implica la utilización de los recursos disponibles y la incorporación de otros nuevos a las prácticas profesionales cotidianas.

11.- Competencia de Ciudadanía: Esta competencia implica:
• Participar en la vida democrática reconociendo sus principios básicos.
• Construir normas de convivencia escolar y extra-escolar junto con otros colegas, padres y alumnos, para enfrentar no solo los procesos de conflicto que se puedan presentar en la escuela sino en otros que generen la organización de tareas productivas, en climas de trabajo que permitan la opinión convergente y divergente y preserven el respeto por los otros.
• Lo anterior favorece la interacción con las diferentes pautas culturales que portan las personas y las instituciones para ampliar el horizonte cultural, contribuyendo así al bienestar de todos, mediante el respeto por la pluralidad de pensamiento, las diferencias sociales, culturales, étnicas, religiosas.


Discusión conceptual sobre el término formación

La formación ha sido, y es, objeto de diversas conceptualizaciones y referencias teóricas; esta situación se refleja en la multiplicidad de significados que presenta, por lo que la formación puede ser entendida como conjunto de actividades; como derecho de todo sujeto; dinámica de desarrollo personal; ponerse en forma; adquisición de conocimientos profesionales; proceso unificador de la evolución humana; proceso activo que requiere la mediación de otros; proceso de transformación; proceso social de desarrollo personal; un proceso eminentemente personal, etc. (Soto 1999).
Esta perspectiva no es nada satisfactoria pues conduce a concluir que el concepto de formación no es univoco lo que origina una discusión conceptual que organice y le otorgue coherencia al campo.
Una primera revisión de la literatura permite reconocer que el término formación es abordado en cinco campos de estudio: la filosofía, la psicología laboral, el psicoanálisis, la pedagogía y la normatividad. Nos enfocaremos en la pedagogía:
El término formación aparece recurrentemente en obras de carácter pedagógico, sin embargo, su sola mención no implica que se tenga claridad sobre su significado; esta situación puede observarse en múltiples obras donde el concepto formación es reducido a ciertos contextos y/o prácticas institucionales o a ciertos dispositivos de formación (v. gr. Davini 1997, Imbernón 1997, Alanis 2000 y Aguerrondo y Pogré 2001).
Una de las excepciones a esta regla es el trabajo desarrollado por Gilles Ferry, quien, principalmente, a través de dos de sus obras ha constituido a la formación en su objeto de estudio.
Las obras El trayecto de la formación, Los enseñantes entre la teoría y la práctica y Pedagogía de la formación muestran las preocupaciones de Gilles Ferry por dilucidar el concepto de formación y la relación teoría-práctica que suele acompañarle. El concepto de formación que propone el autor es:
Formar es algo que tiene que ver con la forma, por lo tanto formarse tiene que ver con adquirir una forma, la cual, a su vez, posibilita actuar y reflexionar para perfeccionar esa forma. Esa forma, si está enfocada al campo profesional, consistiría en una forma que tendría, como intencionalidad central, cumplir con las tareas requeridas para ejercer esa profesión. Adquirir esa forma implica la adquisición de conocimientos, habilidades, ciertas representaciones del trabajo a desarrollar o de la profesión que se va a ejercer, la concepción del propio rol profesional, etc.
¿Cómo es que se adquiere esa forma?
El individuo es quien se forma, o transita de forma a forma; sin embargo, se hace necesario reconocer que el sujeto se forma a sí mismo, pero se forma sólo por mediación. Las mediaciones son variadas y diversas. Los formadores son mediadores humanos, lo son también las lecturas, las circunstancias, los accidentes de la vida, la relación con los otros… Todas estas son mediaciones que posibilitan la formación, que orientan el desarrollo, la dinámica del desarrollo en un sentido positivo (Ferry 1997: 55).
La formación, así entendida, conduciría a establecer que el papel del formador es ayudar, a través de intervenciones, a que el sujeto en formación se desarrolle trabajando sobre sí mismo. Para el logro de tal cometido se requieren situaciones que cubran tres condiciones: tiempo, lugar y relación con la realidad.
Trabajar sobre sí mismo sólo se puede hacer en los lugares y tiempos establecidos para tal propósito y la relación con la realidad se logra al establecer una distancia con respecto a ella y representársela para trabajar sobre ella, ya que cualquier acción formativa tiene como materia prima la representación de esa realidad y no la realidad misma.
Hacia una conceptualización comprehensiva

Como resultado del estudio y análisis de las ideas de formación de Gilles Ferry se pueden establecer las siguientes ideas fuerza para un concepto de formación más comprehensivo:
• La formación es un proceso dialéctico eminentemente personal.
• La trascendencia de la subjetividad se realiza al ponerse el sujeto en formación en relación con los otros y posteriormente al realizar el retorno sobre sí mismo.
• La relación con los otros implica esencialmente apropiación y el retorno sobre sí mismo implica necesariamente reconstrucción.
• El contenido sobre el que trabaja el sujeto en formación son los órdenes socio-institucionales y la cultura, sea de una sociedad en su conjunto, o de una organización laboral en lo específico.

Competencias del profesor de matemática

Las competencias de un profesor de matemática deberían ser alcanzables y alcanzadas mediante los futuros cursos de postgrado que deben incluir la práctica de éstos para así resaltar su capacidad como docente culto y preparado más allá de lo básico. Posiblemente algunas de esas competencias no resulten alcanzables en la fase formativa previa al servicio como docentes, sino a lo largo de los años de practica, una vez en servicio, y de la formación permanente. Por ello, la formación inicial y la formación permanente del profesorado resultan complementarias y deben guardar una estrecha relación una con la otra para lograr una actualización permanente de los docentes de matemáticas, esencial para la calidad de la enseñanza.
La definición del perfil competencial del profesor de matemáticas de secundaria no es una tarea fácil, ya que han sido varias las aportaciones que se han realizado en los últimos años. En el Seminario realizado en la Universidad de Granada del 22 al 24 de enero del 2004, bajo el título de Itinerario Educativo de la Licenciatura de Matemáticas, se han clasificado las competencias en las siguientes categorías: Conocimientos Matemáticos; Sobre la Enseñanza y el Aprendizaje; Reflexión sobre la propia práctica y, por último, Gestión del Aula. Además de estas algunos autores han incluido una última categoría de competencias, denominada “Competencias relacionadas con el Arte de Enseñar”, donde se recogen algunas otras competencias difíciles de alcanzar exclusivamente mediante un proceso formativo e, incluso, con el periodo de practicas que este proceso determine, que necesariamente será demasiado breve para garantizar que estas competencias han sido adquiridas.
• Competencia matemática:
La mayoría de los conocimientos matemáticos necesarios para ser competente en este aspecto, como profesor de matemáticas de secundaria, se adquieren durante la formación de grado. Pero en la práctica estos conocimientos no son del todo utilizados, ya que estos son más de los que se necesitan para ejercer como docente, sin embargo hay otros aspectos en que no se ha preparado al futuro profesor.
La formación matemática que se les entrega a los futuros pedagogos no garantiza que éstos sean capaces de contextualizar los contenido que deben impartir y que muchas veces están relacionados con fenómenos físicos, del entorno natural o social y económico, o vinculados con la tecnología. El profesor de matemáticas de Secundaria y probablemente todos los matemáticos, deberían conocer la histórica de las matemáticas que enseñan y su vinculación con la historia de otras ciencias y con la historia en general.
• Competencias sobre la Enseñanza y el Aprendizaje:
En esta categoría se incluyen las competencias vinculadas con la tarea de enseñar matemáticas.
a. Sobre el currículo y las razones que los justifican. Qué matemáticas se deben enseñar en cada nivel, por qué unos contenidos y destrezas y no otros, qué secuencia seguir, como distribuir el tiempo; en general, qué matemáticas son capaces de aprender los alumnos en cada nivel educativo. Es también importante en este contexto que el profesor sea competente a la hora de valorar críticamente el currículo oficial y concretarlo a los colectivos concretos de alumnos con los que deba implementar ese currículo. El profesor no debería mirar en menos a sus estudiantes, ya que él los debería conocer bien y saber las capacidades que éstos tienen y enseñarles lo verdaderamente importante y no sólo lo que un libro diga que debe enseñar
b. Aspectos didácticos: técnicas, instrumentos, materiales y recursos. La transmisión de los contenidos matemáticos en la etapa secundaria debe apoyarse en recursos didácticos y en usos adecuados de las tecnologías para determinados temas. El profesor debe ser competente para seleccionar qué recursos utilizar, cuando utilizarlos y cómo utilizarlos. Debe de conocer además las técnicas de enseñanza de las matemáticas, y las didácticas adecuadas para la formación matemática más adecuada de los alumnos. El profesor debería estar conciente del nivel de sus alumnos y de la facilidad que estos tienen para distraerse, por lo que los medios que utilice deben ser actualizados e interesantes para los jóvenes.
c. El profesor de Educación Secundaria debe de ser competente para Evaluar el aprendizaje de sus alumnos. La evaluación ha de incluir la competencia para diagnosticar los errores y las disfunciones en el aprendizaje y poder determinar la mejor manera de tratar la diversidad en el aprendizaje matemático de sus alumnos. Debería ser capas de darse cuenta inmediatamente de las falencias de los alumnos para así lograr que aquellos que están atrasados en las materias no sigan quedándose atrás y puedan alcanzar al resto de los estudiantes.
d. La formación del futuro profesor de matemáticas debe incluir también Algunos aspectos teóricos sobre el Aprendizaje. Es muy importante que los profesores tengan claro lo que es el aprendizaje puesto que si no lo tienen claro no pueden practicarlo como debiese ser.
• Competencias vinculadas con la evaluación de su propia práctica.
a. El profesor de matemáticas debe ser competente para Planificar su propio trabajo. Programar la propia acción educativa es una tarea fundamental para el profesor. Esta competencia incluye el trabajo en grupo con otros compañeros, para planificar, programar y coordinar la actividad docente de manera conjunta. Si no pudiese planificar su propio trabajo con que moral les estaría exigiendo a sus alumnos el cumplimiento de sus obligaciones, siendo que para un profesor su buen trabajo es su obligación.
b. El profesor ha de ser competente para Evaluar su propio trabajo, y en consecuencia, tomar las decisiones didácticas más adecuadas en cada circunstancia. Si no es capaz de evaluar su propio trabajo, esto implicaría que tendría falencias en la evaluación de trabajos ajenos, por lo que esto lo catalogaría como un profesor deficiente.
c. Una tarea inherente a una enseñanza de calidad es la tarea innovadora-investigadora. Una formación inicial adecuada debe de incluir entre sus objetivos que el profesor sea competente para, basándose en la reflexión sobre su propia práctica, saber Planificar tareas innovadoras y desarrollar en el ámbito de sus competencias investigaciones para la mejora de la calidad de la enseñanza. Siendo así podría, a demás de mejorar la educación de sus alumnos, mejorar su propia calidad de profesor, haciéndolo más cotizado y rentable a los ojos de sus superiores.
• Competencias para la gestión del aula.
a. El aula de matemáticas en la Educación Secundaria, supone un ámbito complejo en que se dan interacciones múltiples de las que debe surgir el aprendizaje, pero en que también surgen conflictos y situaciones, muchas veces impredecibles, que el profesor debe saber tratar y dirigir de cara la consecución del aprendizaje. Aprovechar el dinamismo de ese complejo de relaciones en beneficio de una enseñanza de calidad es una tarea importante y complicada.
b. El profesor de matemáticas debe por tanto ser competente para analizar la interacción individual con cada alumno lo que incluye poseer conocimientos generales sobre los jóvenes de las edades correspondientes y sus pautas de comportamiento. Él debe tener la capacidad de llegar a cada uno de sus alumnos y sólo a aquellos que participan más de la clase.
c. El aprendizaje se produce normalmente en el ámbito del aula, por ello es importante también que el profesor sea capaz de liderar el grupo y dinamizarlo de manera que las interacciones del grupo contribuyan y faciliten el aprendizaje. Debe para ello ser competente en la interacción grupal. Debe ser capaz de pararse delante del grupo curso e irradiar respeto, para lograr que todos le pongan atención y realicen todas las actividades estipuladas en la clase.
d. La agrupación de los alumnos dentro del aula y, en general, la organización del aula, debe adaptarse a las distintas situaciones de aprendizaje. El profesor debe ser competente para organizar de manera adecuada el aula para estas diferente situaciones educativas: trabajo en pequeños grupos, clase expositiva por parte del profesor, trabajo individualizado, exposiciones individuales o grupales de los alumnos ante la totalidad del grupo, etc. Debe poder organizar una multitud así como a un pequeño grupo, logrando que las actividades se realicen en armonía y en un clima de respeto mutuo, entre él y sus alumnos, como entre los alumnos.
• Competencias relacionadas con el Arte de Enseñar.
No cabe duda que la enseñanza en general, y la de las matemáticas en particular, tienen una componente que podríamos llamar artesanal, es decir, hay un conjunto de competencias propias de el profesor que, en general, sólo se adquieren a lo largo de los años de ejercicio profesional. No obstante, la formación inicial debe abordar estas tareas tratando de facilitar que el profesor sea capaz de perfilarlas a lo largo de su vida profesional. Un buen profesor de matemáticas debe ser capaz de generar emoción en el aprendizaje, trasmitir entusiasmo ser capaz de trasmitir el afán de descubrir. Debe además ser competente como comunicador y ser capaz de trasmitir y dotar de significado lo que enseña y especialmente los contenidos más conceptuales de esta materia.
Cuando el profesor realice su práctica (que es un periodo relativamente breve en el que el futuro profesor presencia algunas clases, desarrolla algunas tareas rutinarias y elabora un documento escrito) esta no debe ser sólo un tramite, puesto que esta es la parte mas importante de su enseñanza, ya que es aquí cuando se dará cuenta de cómo será realmente su trabajo, ya no solo será lo teórico lo que estará presenciando, sino que también la reacción de sus futuros alumnos, lo que fácilmente podría decepcionarlo como también motivarlo aún mas a cumplir su labor. Es por esto que los responsables de esta fase de aprendizaje, y los centros en los que tenga lugar, sean seleccionados de manera adecuada y conozcan la responsabilidad que deben asumir así como las funciones y tareas que deben desarrollar. Debe existir un currículo específico de esta fase formativa, así como los protocolos adecuados que determinen cómo llevarla a cabo, para que así el futuro profesor tenga la certeza de lo que hará, así como las condiciones laborales y las compensaciones, económicas y no económicas, para que así desarrolle y desempeñe todo tipo de tareas formativas en esta fase de su preparación.
Aunque los profesores están concientes de las competencias que deben interiorizar, esto no quiere decir que estén pendientes de su realización, ya que en este momento lo que más les preocupa e inquieta es la búsqueda de formas para motivar a los alumnos, ya que si bien en esta época donde la tecnológica es lo primordial y hay más medios que favorecen a los profesores para hacer sus clases más didácticas y con una mayor conciencia de lo que se está realizando, son estos mismos los que les juegan una mala pasada, puesto que es tal su auge que hace que los jóvenes se distraigan con rapidez y piensen en otras cosas que no están relacionadas con su educación.

Conclusión
Si bien el concepto de competencia es tan multifacético que no permite un solo concepto que lo contenga, lo único que se tiene claro y que todos los autores concuerdan de una u otra manera es que éste nace a partir de las nuevas tecnologías, haciendo imprescindible la realización de estas competencias para lograr lo que la sociedad espera de cada persona, como de los distintos grupos de trabajadores, que no es nada más ni nada menos que la productividad y ganancia.
Es claro que las competencias al igual que las actitudes, no son potencialidades a desarrollar, porque no son dadas por herencia ni se originan de manera congénita, sino que forman parte de la construcción pertinente y persistente de la persona. La construcción de éstas se relacionan con una comunidad específica, es decir, desde un entorno social, respondiendo a sus necesidades y de acuerdo con las metas, requerimientos y expectativas cambiantes de una sociedad abierta.

Las competencias en la educación buscan garantizar la excelencia educativa y satisfacer las necesidades de la práctica laboral. Iniciándose con los conocimientos, las habilidades y los valores. Aunque estos están constituidos en la misión y el sello específico de cada institución. Lo que impide que los jóvenes sientan que deben realizar sus propias competencias, porque se les está inculcando que deben cumplir con lo que la institución les diga y no que pueden alcanzar sus propias metes porque quizás no son tan egoístas como las de la sociedad actual.

Para que las metas educativas se lleven a cabo se debe trazar un plan para cambiar o rectificar la situación existente, lo que se debería realizar comprendiendo las siguientes fases: la intención de actuar (la cual debe ser ordenada por alguien para que se piense al menos, ya que nuestra sociedad se preocupa tan poco de lo que pasa, que si no se les ordena ni si quiera piensan), una estrecha relación con la ética (esto es algo que muchos dicen tener pero que en la práctica ni si quiera es nombrado), un proyecto situado en el siglo XXI (lamentablemente hay personas interesadas pero por falta de apoyo y recursos no dicen nada), una intención de esfuerzos en conjunto (esto es lo más difícil de conseguir ya que todos piensas en si mismos y no en algo que se realizara para un bien común).
Podemos decir que las competencias se construyen durante el proceso de aprendizaje y también que pueden ser el resultado de este mismo, siempre y cuando su búsqueda no sea egoísta y que contenga el apoyo de todos.

Linkografía o Bibligrafía

La formación inicial del profesorado de matemáticas

Educación basada en competencias en Australia

La educación basada en competencias

Competencias del Profesional de la Educación en la Sociedad actual